Enrique Aranda 19 junio, 2023 | Hace 1 año
En un entorno de manifiesta e innegada ilegalidad, sumisión por parte de los principales involucrados –“abyección” en al menos uno de los casos, se diría– el fracasado gobierno de la 4T inicia hoy la puesta en escena, literal, que permitirá a Andrés Manuel López Obrador imponer a quien al final considere idóneo(a) para sucederlo. Un proceso, para decirlo pronto que confirma, otra vez, el gen autoritario del lopezobradorismo.
A partir de hoy, en efecto, seremos testigos de la cínica promoción que de sí mismas realizarán las seis corcholatas aprobadas en Palacio –cuatro del partido del gobierno y dos más de sus parásitos aliados– con miras a ganar la encuesta que para elegir al coordinador de Defensa de la Transformación levantará Morena a fines de agosto y principios de septiembre. Un descarado periodo de precampaña (electoral) cuyo resultado, valga destacar, será que, quien sea declarado ganador del sondeo en que la única opinión válida será la de Andrés Manuel López Obrador, podrá asumirse, desde ese momento, como el abanderado del oficialismo de cara al proceso sucesorio de éste…
Y todo, obvio, ante la mirada crítica del tabasqueño, que, según los compromisos signados por los sumisos precandidatos en el marco del pasado Consejo Nacional de Morena, podrá, en el momento que él así lo decida, o al final del proceso, sancionar –“vía los administradores de turno en su partido, se entiende”– supuestas o reales conductas violatorias de aquéllos, independiente de que su cumplimiento suponga, en el caso de cada uno de ellos, el sacrificio de sus personales derechos políticos y/o humanos, inclusive la explícita prohibición de hablar con “medios adversos a la 4T”, entre otros.
Preocupante pues, al margen consideraciones de otra índole, que el citado proceso sucesorio inicie en las condiciones de ilegalidad y franca imposición de criterios, normas y/o personajes en que arranca. No tardaremos en evidenciar las negativas consecuencias en materia de reversión democrática y pérdida de libertades de ello, por sólo citar algunas. Al tiempo, entonces…
* A más de uno ha sorprendido, por decir lo menos, el que, tras apenas reasumir en abril pasado su plaza de tiempo completo en la Escuela de Economía de la UNAM, el exconsejero del Instituto Nacional Electoral (INE) Ciro Murayama esté gestionando ahora licencia para disfrutar de su “año sabático” sin dejar de percibir su respectivo sueldo y prestaciones. Mmmm…
* Ante la práctica cerrazón del gobierno a evaluar el alcance de la cancelación de 35 NOM en materia de cáncer y otras enfermedades graves, la panista Alejandra La Wera Reynoso, senadora y precandidata a gobernar Guanajuato, confirmó haber solicitado al director general de la OMS, Tedros Adhanom intervenga ante la fallida 4T para tratar de revertir tal despropósito…
* Donde las cosas van de mal en peor es el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) donde, desde la imposición de Antonio Romero Tellaeche se pretende anular toda oposición a ello como ahora, cuando vía la imposición de una suerte de “mordaza” al personal, se le prohíbe “difundir mensajes o expresiones contra algún servicio público”. Si falta capacidad…
Veámonos el miércoles con otro asunto De naturaleza política.