Jose Ureña 28 junio, 2023 | Hace 1 año

El verticalismo de los partidos amaga a Va por México

Oposición y oficialismo van contra sus fantasmas.

Es un estigma mexicano.

Partamos de un ejemplo:

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) organizó el desfile de sus propias corcholatas -pasarela, le llamó el dirigente Alejandro Moreno- para conocer sus proyectos gubernativos.

Alito hizo un experimento: a cada uno de los consejeros les fue entregado un cuestionario con los seis aspirantes a candidatos presidenciales con la propuesta de escucharlos y valorarlos.

Puntos a favor, puntos en contra.

Los cuestionarios deberían entregarse al final de las comparecencias y entregarse a las edecanes del partido para saber cuál de todos los inscritos tenía mayor aceptación.

No hubo problema.

Cada uno rellenó las hojas y las entregó a las edecanes, pero luego gran parte de los consejeros fueron a una reunión a la presidencia del partido a hablar con Alito.

-¿Qué les parecieron las propuestas? -les dijo sin aludir por nombres: Enrique de la Madrid, Alejandro Moreno, José Angel Gurría, Claudia Ruiz Massieu, Ildefonso Guajardo…

-Muy interesantes, fue el consenso… pero díganos jefe: ¿quién es el bueno?

Así de vertical es el PRI.

TEMOR A LA DEMOCRACIA

Este ejemplo ilustra:

La oposición vive de la línea y de las imposiciones y ahora es el riesgo en puerta cuando de manera tripartita (PRI, PAN, PRD, más organizaciones civiles) han ideado un proyecto común.

Hoy el riesgo es la ambición de poder.

Y, permítaseme la acotación: reflejo de la división imperante en el país e impulsada desde Palacio Nacional con el discurso permanentemente polarizante y de descalificaciones.

Los partidos quieren imponerse y por eso se han ido algunos interesados en el mecanismo-Mauricio Vila, Germán Martínez Cázares-, unos como contendientes, otros como jueces.

Por eso en Acción Nacional (PAN, Marko Cortés) hay la pretensión de impulsar a determinado candidato presidencial mientras se trata de obstaculizar el crecimiento de Xóchitl Gálvez.

Una imposición daría al traste con un planteamiento largamente elaborado y en el cual están las esperanzas de contrapeso para la contienda federal de 2024.

No nada más la del Ejecutivo Federal, sino cuanto ese candidato irradie de confianza en beneficio de los abanderados en nueve estados, a diputados, a senadores o a alcaldes y regidores.

La democracia en riesgo.

SUBSIDIOS A LA GASOLINA

Dos semanas atrás anunciamos el estudio hacendario para ver si eliminan los subsidios a la gasolina magna, la más barata del mercado.

El tema sigue.

Se piensa en mucho dinero, algo así como ocho mil millones de pesos, cifra de gran impacto si se dedica a reparto en programas sociales.

El gabinete aún lo estudia y podríamos estar a días de saber la decisión porque hasta ahora no ha habido consecuencias sociales por eliminar ese apoyo al diesel y a la premium.

Hay varios puntos a favor:

En primer lugar, el precio de las gasolinas en el mercado mundial ha bajado y eso ayuda a no impactar las importaciones.

E internamente la cotización del peso frente al dólar ayuda a comprar en el extranjero, mayoritariamente de Estados Unidos, sin mayores repercusiones en la venta al público.

Lo dicho: todo a favor, pero veremos.

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