Enrique Aranda 26 julio, 2023 | Hace 1 año
No sale Poncho de una y ya se metió en otra.
Por “quedabién”.
Si bien aún parece lejano el momento en que el “comando conjunto” del Frente Amplio por México elija a su candidato presidencial —el 3 de septiembre próximo, según se anunció de manera oficial—, lo cierto es que —a la vista de lo ocurrido hasta hoy durante el proceso selectivo en marcha— sólo tres de la casi docena de “pre-pre-candidatos” participantes en la puja tienen alguna posibilidad de alcanzar la disputada nominación…
Sólo tres, seamos claros, porque aun cuando algunos —el cuestionado Silvano Aureoles, el impresentable Jorge Luis Preciado, los “desaparecidos” Miguel Mancera e Ildefonso Guajardo o el “perseguido” Francisco García Cabeza de Vaca, entre ellos— aseguran estar ocupados en reunir las 150,000 firmas de apoyo requeridas para pasar a la segunda etapa del proceso —un foro sin debate entre participantes, a celebrarse el 10 de agosto—, lo cierto es que sus nombres y legítima aspiración no parecen estar impactando en forma alguna en el ánimo de la sociedad y, menos aún, si mucho se me apura, en la mente de críticos y activistas empeñados en impedir la permanencia del fracasado gobierno de la 4T en Palacio.
(A diferencia de los arriba mencionados, vale decir, sólo Beatriz Paredes concita algunos apoyos y comentarios favorables en círculos en extremo cerrados).
Tres, entonces, digámoslo con todas sus letras, que si bien exhiben niveles muy distintos de apoyo popular y reconocimiento, lo cierto es que podrían alegar conocimiento, preparación y niveles de experiencia de gobierno en su favor muy distintos: la disruptiva “panista-no panista” extitular de la Comisión Nacional para el Desarrollo de Pueblos Indígenas durante el foxismo y exdelegada en Miguel Hidalgo, Xóchitl Gálvez Ruiz; el exsecretario de Gobernación en el citado régimen y actual presidente de la Mesa Directiva en San Lázaro, Santiago Creel Miranda, panista él y, sin duda, el priista Enrique de la Madrid Cordero, extitular de Turismo durante la administración peñista.
Es verdad —y esto hay que aceptarlo— que las preferencias sociales y la decisión de apoyar una u otra opción pueden cambiar, literal, de la noche a la mañana. Hasta hoy, sin embargo, nada parece más obvio e incuestionable que —para el Frente Amplio por México, para la oposición en general con el fin de ser más claros— sólo existen tres caminos…
ASTERISCOS
* Evidencia del bajo nivel y falta de vergüenza de la clase política el actuar del lopezobradorista Salomón Jara, que forzó extinguir y sustituir por un organismo a modo el Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Oaxaca, como el de la panista Tere Jiménez, que en Aguascalientes manipula al Congreso para someter al Poder Judicial local. Impresentables ambos, ¿no?…
* El 27 de julio de 2018, para ser exactos, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a elevar de 1.9 millones a 2.5 millones de barriles diarios la producción de Pemex. Hoy, cinco años exactos después de aquello, la empresa que lidera su amigo, el inútil Octavio Romero, se ubica en 1.6 millones cada 24 horas, ¡y cayendo!. Uff…
Veámonos el viernes con otro asunto De naturaleza política.