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°CIván Soto 8 junio, 2022 | Hace 2 años
La evaluación al gobierno de José Aispuro Torres sí se registró en las urnas el pasado domingo 5 de junio. Afortunadamente Esteban Villegas logró dar la vuelta al deterioro que la administración aispurista ocasionó al Partido Acción Nacional.
Y es que, la muestra más clara de la decepción social hacia el gobierno aispurista se observa al comparar los 300 mil votos que obtuvo Aispuro con la marca PAN en 2016, contra los casi 100 mil que apenas rasguñó el blanquiazul en 2022.
Pese al esfuerzo de Vero Pérez, Marko Cortés y José Antonio Ochoa por revitalizar al panismo, la ciudadanía castigó a Acción Nacional en las urnas, y optó por apoyar la campaña de Esteban en el casillero tricolor.
Incluso, el propio Toño Ochoa gana la capital duranguense con más votos a favor del Revolucionario Institucional (casi 54 mil), respecto a los que logró la marca albiazul (46 mil 500). Atrás quedó el mito de que Durango centro era bastión panista, por ahora.
Villegas Villarreal, por su parte, obtuvo en Durango capital 75 mil votos priistas y 40 mil votos panistas. Es decir, Esteban no se recargó ni en Toño ni en el PAN duranguense, como se hubiera presupuestado. Fue al revés: la marca EVV superó por más de 10 mil votos al Alcalde electo.
Ayer que pudimos entrevistar en rueda de prensa “banquetera” al Gobernador y al Alcalde electos, fue muy claro Esteban al evitar hablar de los cruces de información y cifras a las que hago mención. Dijo que era irrelevante e innecesario generar estos debates entre partidos para ver cuál obtuvo más votos y quién hizo ganar a quién.
Sin embargo, en el propio Partido Acción Nacional entienden la necesidad de sacudirse gradualmente al mal gobierno estatal que encabezó José Aispuro Torres, ya que son conscientes que el castigo en las urnas para la marca PAN tiene su origen en el descontento social que ha generado la administración saliente.
El PAN de Vero Pérez tendrá que asumir con lealtad el desgaste que ha implicado prestar sus siglas a un gobierno que se va sin pena ni gloria, endeudado más que nunca, deslegitimado ante la sociedad y carente de credibilidad.
Sin embargo, el PAN es más que eso y seguramente pronto se repondrá, para lo cual es importante entender el mensaje y hacer los deslindes que requieran hacer, en el momento que sea prudente hacerlo.
La soberbia y el pésimo desempeño de personajes como Orlando Herrera en Vicente Guerrero, Dora González en Canatlán, Gerardo Galaviz en Nuevo Ideal, por mencionar algunos casos, le cuesta al panismo entregar alcaldías importantes y quedarse con muy pocas donde el mérito del triunfo sea propiamente del PAN.
La reconstrucción de esta fuerza política pasa por una cirugía mayor, mucho ingenio y operatividad de parte del Comité Directivo Estatal que preside Vero Pérez, quien por increíble que parezca podría crecer más como jefa estatal del blanquiazul con Esteban como Gobernador, en relación al casi nulo apoyo que tuvo en la era aispurista. Ya se verá.
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