RAMÓN ZURITA SAHAGÚN 10 junio, 2022 | Hace 2 años
Entretenidos como nos encontramos con el tema electoral, lo sucedido en Puebla merece algo de atención.
El escándalo surgido en esa entidad con personajes importantes en el ámbito político siendo investigados y otros hasta detenidos, además de la descarada muestra de enjuagues entre el periodismo y los hombres del poder político es digno de una de las novelas que escribe Mario Alberto Mejía.
Por cierto, que el periodista y escritor es uno de los que mejor retrata el tema de lo que viene sucediendo.
Una filtración de las autoridades dio pie a la detención del periodista Arturo Rueda, director del Diario Cambio de esa entidad. Rueda fue acusado de extorsión, pero al mismo tiempo se conoció un expediente más amplio en el tema de corrupción que lo involucra en sociedad con el diputado federal Ignacio Mier, coordinador de la diputación de Morena en la Cámara de Diputados.
Mier estaba abierto totalmente en la búsqueda de la candidatura de Movimiento Regeneración Nacional para el gobierno de Puebla en 2024, pero al mismo tiempo es una de las figuras más rechazadas por el gobernador Barbosa.
Curiosamente, el mismo día de la detención del periodista Rueda, unas horas antes, fue asesinada la abogada, activista y feminista Cecilia Monzón, un asesinato premeditado. El propio periodista Rueda alcanzó a tuitear que valdría la pena investigar al diputado local priista Jorge Estefan Chidiac, cuya denuncia sobre extorsión fue el motivo principal de la detención de Rueda, pocas horas después del crimen.
Varios días después se conoció de la detención de Javier López Zavala, ex pareja sentimental de la abogada asesinada y fue responsabilizado del homicidio.
López Zavala fue candidato a gobernador por parte del PRI en 2010 y fue el primero que cayó vencido y dejo atrás los años de dominación priista.
Chiapaneco de origen y poblano por residencia, López Zavala formó parte del triunvirato que dominó Puebla por seis años (2004-10), junto con el gobernador Mario Marín y el dirigente estatal del partido tricolor Alejandro Armenta.
Hoy, Mario Marín se encuentra en la cárcel, acusado del delito de tortura en agravio de Lydia Cacho. Javier López Zavala, su secretario de Gobierno, igualmente detenido por el delito de homicidio y Armenta bajo sospechas.
Curiosamente, Alejandro Armenta, actualmente senador por Morena es el otro personaje que se perfilaba en disputa con Mier como prospecto para suceder a Barbosa, pero su figura es también rechazada por el actual gobernador.
Para colmo de males, al coordinador de los diputados de Morena, Nacho Mier, lo mandaron a Durango como delegado especial, para coordinar la campaña a gobernadora de Marina Vitela y el resultado fue desastroso. La alianza de priistas, panistas y perredistas sacó quince puntos de diferencia a la abanderada de Morena.
Ignacio Mier, ubicado como operador de Mario Delgado, ha transitado de traspiés en traspiés. No fue capaz de sacar la pretendida reforma eléctrica, lo que contrarió al Presidente de la República y le valió una llamada de atención al propio Delgado, después, Mier, no pudo sacar la victoria en Durango y en medio se presentó la investigación que realiza la Unidad de Inteligencia Financiera por supuestos actos de corrupción.
Coincidencias o camas preparadas, la realidad es que en Puebla Morena se quedó sin dos de sus principales activos para la sucesión de Luis Miguel Barbosa y el gobernador solamente sonríe.
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Por fin pudo respirar la senadora con licencia Marybel Villegas a quien por un rato la dejaron fuera de la diputación local en Quintana Roo. Finalmente se arregló el asunto y será la presidenta de la Junta de Coordinación Política. También el PRI recibió oxígeno y mantuvo el registro en esa entidad, al igual que el PRD y tendrán una magra representación de un diputado cada uno. Fuerza por México sigue perdiendo registro y ahora lo hizo en el terreno local, dejando pendiente el retorno de más de 30 millones de pesos que le exige el INE.