Iván Soto 23 junio, 2022 | Hace 2 años
José Antonio Ochoa Rodríguez ganó la capital del estado de Durango con la marca PAN, en alianza con PRI y PRD, pero, a pesar de su marcada diferencia en relación al segundo lugar de la contienda, que fue el petista Gonzalo Yáñez, el panista está obligado a dar resultados en caliente.
Toño Ochoa entiende que la nomenclatura política sufrirá cambios muy drásticos en relación a la que se vivió estos últimos seis años, ya que será crucial empatar criterios, equipos y estilos con el gobernador electo, Esteban Villegas Villarreal.
Ochoa seguramente tendrá en la actual regidora Rosa María “Rosy” Ascencio a un brazo derecho desde la Secretaría Particular, según se dice, con igual o más fuerza política y de operatividad como lo ha sido Minka Hernández para Jorge Salum.
En las Finanzas hay varios grupos que podrían influir, pero, entre los cercanos a la campaña de Toño se comenta que uno de los personajes de mayor confianza para algo así sería Ignacio Orrante Ramírez, actual Subsecretario de Administración en el Estado.
Para la Dirección de Comunicación Social en el equipo de Ochoa confían en Ismael Blanco, quien lleva acompañando al Alcalde electo desde hace años en varias de sus últimas campañas de forma consecutiva. Sería, además, un mérito a la lealtad y la constancia.
Sin embargo, se ha dicho con insistencia que ese espacio lo quiere para su grupo el diputado federal y ex coordinador de la campaña de Ochoa, Carlos Maturino, a favor de su comunicador de cabecera, Luis Lozano, quien haría mancuerna con Verónica Terrones como primera regidora en caso de lograrlo, para ir formando equipo en la administración. Dependerá de Toño qué estilo quiere impregnar a su nivel gobierno.
El panista sabe de acuerdos y entiende la importancia de no romperlos para buscar éxito al encabezar un primer gobierno de coalición. En ese sentido, el de repartición de espacios con el PRI y PRD fue firmado en función de los votos alcanzados por cada partido en las pasadas elecciones.
De tal suerte que, en apego a ese pacto político y llevado ante notario, poco más de la mitad de los cargos municipales de primer nivel serían pues para personajes propuestos por el Revolucionario Institucional, que dicho sea de paso, serían los que logren el visto bueno de Esteban Villegas como nuevo jefe político de ese partido.
David Payán es una de sus cartas fuertes, tanto para Aguas del Municipio de Durango, como para la Dirección de Servicios Públicos. Sin embargo, de verlo prudente el propio Toño, la experiencia política de David le ayudaría muchísimo en la Secretaría del Ayuntamiento, y le serviría como vaso comunicante permanente y directo con Villegas y su gabinete.
Es lógico que Toño Ochoa recupere a sus cuadros cercanos, como es el caso de Jorge Pérez y Jorge Rentería, desplazados del actual gobierno de Jorge Salum por diferentes circunstancias.
En Protección Civil es de entenderse que podría seguir al frente el comandante Gustavo Paredes, a menos que Esteban Villegas lo quiera reclutar en la Coordinación Estatal para darle mayor impulso a esa área en todo el estado.
De los cuadros que aportaron los grupos neopanistas que más fueron vistos en la campaña a la Alcaldía, hay dos, Omar Carrazco y Guillermo Juárez Compeán, el primero del grupo de Javier Castrellón, y el segundo del grupo de Maturino, quienes muy probablemente tendrán un papel importante en la próxima administración municipal.
Faltan muchas más áreas por analizar y hacer proyecciones de posibles titulares. Sin embargo, el espacio se agotó y ya será en otra ocasión que sigamos revisando cómo podría integrarse el primer gabinete de Toño Ochoa.
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