Roberto Santiago 8 octubre, 2022 | Hace 2 años

Nobel de la Paz, premian activismo por la democracia

El premio Nobel de la Paz distinguió ayer a un trío de representantes de la sociedad civil de Ucra­nia, Rusia y Bielorrusia, tres de los principales actores de la guerra en Ucrania, en una elección altamente simbóli­ca a favor de la “coexistencia pacífica”.

El galardón fue atribui­do al activista bielorruso en­carcelado Alés Bialiatski, a la oenegé rusa Memorial —cuya disolución ordenaron las au­toridades rusas— y al Centro por las Libertades Civiles de Ucrania.

Un tribunal de Rusia or­denó la incautación de las oficinas en la capital rusa de Memorial horas después de que esta oenegé ganara el premio Nobel de la Paz.

«El comité Nobel norue­go desea honrar a tres des­tacados estandartes de los derechos humanos, de la democracia y de la coexis­tencia pacífica en los tres países vecinos que son Bie­lorrusia, Rusia y Ucrania”, declaró su presidenta, Berit Reiss-Andersen.

Como esperaban los ex­pertos, el comité Nobel quiso enviar un mensaje frente a la guerra en Ucrania, que ha su­mido a Europa en la crisis de seguridad más grave desde la Segunda Guerra Mundial.

Reiss-Andersen, no obs­tante, destacó que el Ejecu­tivo ruso, “como el gobierno de Bielorrusia, representa un gobierno autoritario que re­prime a los activistas por los Derechos Humanos”.

Además, instó a Bielorru­sia a liberar a Alés Bialiatski, presidente fundador del Centro de defensa de los De­rechos Humanos Viasna (Pri­mavera), encarcelado tras las manifestaciones masivas de 2020 contra la reelec­ción del presidente Alexan­der Lukashenko, considerada fraudulenta por los países occidentales.

La esposa de Alés Bialiatski, Natalia Pinchuk, declaró a AFP que estaba “abrumada por la emoción”.

La líder opositora bielo­rrusa, Svetlana Tijanóvskaya, consideró en Twitter que “el premio es un reconocimien­to importante para todos los bielorrusos que luchan por la libertad y la democracia”.

En cambio, Bielorrusia criticó la decisión del comité.

En los últimos años, las decisiones —y hablamos del Premio de la Paz— están tan politizadas que Alfred No­bel se está revolcando en su tumba”, reaccionó en Twitter el portavoz de la diplomacia bielorrusa, Anatoly Glaz.

Memorial es la organiza­ción por los Derechos Hu­manos más grande de Rusia. El Tribunal Supremo de Ru­sia ordenó la disolución de la estructura central del grupo, llamada Memorial Interna­tional, en diciembre de 2021.

Además de poner en mar­cha un centro de documen­tación sobre las víctimas del estalinismo, Memorial ha re­copilado y archivado la in­formación sobre la represión y las violaciones de los Dere­chos Humanos en Rusia.

Poco después de que se anunciara, Memorial denun­ció el proceso abierto contra ella en Rusia.

En el mismo minuto en el que todo el mundo nos feli­cita por el Premio Nobel, se está produciendo un proce­so en el tribunal Tverskoi [de Moscú] para requisar los lo­cales de Memorial”, denunció el centro de Derechos Huma­nos de Memorial.

Después, el tribunal orde­nó la incautación de las ofici­nas de la oenegé en la capital.

Uno de sus fundadores, Lev Ponomarev, se dijo hon­rado por el premio, pero afir­mó que hubiera preferido que el galardón fuera para los presos políticos rusos.

Pienso en (Alexéi) Na­valni, pienso en Vladimir Kará-Murza, pienso en Ilya Yachin”, tres opositores al Kremlin, dijo.

EXIGEN JUSTICIA

Desde la invasión rusa a Ucrania, el Centro por las Libertades Civiles de Ucra­nia, fundado en 2007, ha redoblado esfuerzos para identificar y documentar los crímenes de guerra que ha­brían cometido las fuerzas rusas.

En colaboración con so­cios internacionales, el cen­tro juega un papel pionero, para hacer que los culpables rindan cuentas por sus crí­menes”, indico el comité No­bel noruego.

LÍDERES ELOGIAN EL PODER DE LA SOCIEDAD CIVIL

Los premiados “mues­tran el verdadero poder de la sociedad civil en la lucha por la democracia”, apuntó por su parte la presidenta de la Comi­sión Europea, Ursula von der Leyen, en Twitter.

El secretario general de Naciones Unidas, António Gu­terres, se refirió a los grupos de la sociedad civil como “el oxígeno de la democracia” y lamentó que se estén “redu­ciendo en todo el mundo”.

El presidente estaduniden­se, Joe Biden, los felicitó por enfrentar “la intimidación y la opresión”.

El Nobel consiste en una medalla de oro, un diploma y 10 millones de coronas suecas (unos 900 mil dólares) a repar­tir entre los ganadores.

El galardón será entregado en una ceremonia en Oslo el 10 de diciembre. Es el único de los premios Nobel que se entrega en la capital noruega, ya que el resto se otorga en Estocolmo.

Con información de Excelsior.

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