Roberto Santiago 17 octubre, 2022 | Hace 3 años
El llamado Jueves negro que envolvió a la capital de Sinaloa en un escenario de guerra por el fallido intento de capturar a Ovidio Guzmán dejó en la sociedad un “efecto tijera”, pues en uno de sus filos se presume que la violencia va a la baja, mientras en el otro la percepción social es distinta, indican especialistas.
A tres años del suceso que marcó a Culiacán y exhibió la fragilidad de los esquemas de seguridad y reacción de las instancias del Estado, la sensación entre la población es que este escenario puede volver a presentarse con una mayor violencia.
La incertidumbre permanece latente entre los ciudadanos, con los continuos sucesos de violencia que a menor escala están presentes en forma periódica en una franja que cubre la parte norte del casco urbano y alcanza la sindicatura de Tepuche.
Una de las mayores dudas que flotan en el ambiente de la capital del estado es si las autoridades de los tres niveles de gobierno están preparadas para intervenir y sofocar con rapidez y eficiencia un nuevo Culiacanazo.