Columnista Invitado 21 octubre, 2022 | Hace 2 años
Tuvieron que haber medido con anticipación, quizás desde antes de tomar el poder Ejecutivo del estado, el número de millones de pesos que juntarían al cobrar los impuestos por cada automóvil en el comienzo del próximo año, no sólo por el cobro adelantado del replaqueo, sino por el refrendo, impuesto para el fomento educativo y hasta el apoyo para la Cruz Roja, lo cual nos da una cantidad cercana a los 3 mil 500 millones de pesos, sino que deben haber planeado lo que harán con esa muy buena bolsa de recursos económicos, así que lo mínimo ahora es que informen al pueblo cómo invertirán este dinero.
Estos 3 mil 500 millones se obtendrían de captar todos estos impuestos al iniciar el próximo año en los casi 700 mil automóviles registrados qué hay en el estado, sin tomar en cuenta los miles de autos “chocolatín”, muchos de los cuales están en proceso de regularización ante la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como otros muchos vehículos que circulan sin placas porque no son parte del registro general, pero que deben entrar pronto en el régimen de legalidad, como todos.
Es cierto que son demasiados los compromisos que le dejaron al gobierno de Esteban Villegas Villarreal, pero la gente en Durango tiene razón al pensar que no debe pagar por lo que otros robaron. De modo que el mandatario estatal tendrá que dar certeza sobre el destino de estos recursos que reunirá en cuanto el mes de Enero.
La indignación social está más que justificada después de que todos los días se le ha estado informando del enorme derroche de dinero que falta en casi todas las dependencias del gobierno estatal y como no es una gracia lo que hicieron, pues hay un enojo natural en la mayoría de los duranguenses, por lo tanto consideran injusto que deban pagar lo que muchos ahora están disfrutando.
Junto con ese discurso de denunciar el mal trabajo que hicieron los del sexenio anterior, Esteban Villegas está obligado a proceder contra quienes obraron mal, explicar a la población con claridad los compromisos que deben atenderse a muy corto plazo y a transparentar cada peso que ingrese a la hacienda del estado, la desconfianza de la gente no es asunto menor, después de tanta información diaria acerca de faltantes en todas las dependencias estatales.
En la medida que la ciudadanía conozca a detalle lo que harán con el cobro de impuestos a partir del mes de Enero, podría tener más empatía con el gobierno y tener más disposición para colaborar en este momento de apremio económico y financiero por el que atraviesa el estado. De lo contrario, si no se da a conocer un plan de pagos urgentes, así como de ahorro en el gasto, aumentará la inconformidad todavía más.
La desconfianza del pueblo hacia los funcionarios es mucha y quienes llegaron al poder deberían estar empeñados en desmontarle a las familias de Durango que no todos son iguales. Entonces, desde ahora es más que oportuno informar sobre el desdoblamiento de esa estrategia que echarán a andar para equilibrar las finanzas de Durango.
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