Enrique Aranda 23 noviembre, 2022 | Hace 2 años

Divide a Morena el interés de Clara…

¿Cómo desmontarán ahora el “acarreo” ya negociado?

Consecuencia directa de la consentida falta de preparación y experiencia de no pocos de los serviles miembros del primer nivel del gobierno de la 4T, la inexplicable designación de Rosa Icela Rodríguez —“prefiero 10% de preparación y 90% de lealtad”, diría un clásico— al frente de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana comienza a “pasar factura” a quienes, desde sus “madrigueras”, pretenden imponerla ahora como candidata del oficialismo a suceder a la cada vez más más deslucida corcholata capitalina.

En las últimas semanas, en efecto, igual que al interior del partido del gobierno a nivel local, que en el ámbito federal, donde sus esfuerzos tendrían al impresentable Mario Delgado como su principal soporte, el movimiento de resistencia que contra tal decisión viene alentando la empoderada alcaldesa Clara Brugada Molina, de Iztapalapa, parece no sólo fortalecerse, sino, a decir de algunos, haber alcanzado ya su propósito de que no sea la cuestionada funcionaria federal, sino ella misma quien represente a Morena en la puja por mantener el control de la Ciudad de México en 2014.

Tal posibilidad, a decir de quienes se mueven en el entorno de una y otra, se acrecentó a la vista del obvio fracaso de la secretaria citada y la dependencia que lidera, en la tarea de resolver el creciente problema de inseguridad y violencia que se vive en el país y, más, después de que a consecuencia de ello, la funcionaria y la secretaría a su cargo fueran “desplazadas” de tal responsabilidad por las (en exceso) empoderadas Fuerzas Armadas y de la permanentemente cuestionada Guardia Nacional.

Si bien un eventual cambio de “señales” en lo que a la puja por la sucesión en la Ciudad de México pudiera, desde una perspectiva partidista, ser considerado positivo, lo cierto es que el “golpe” que tanto para Andrés Manuel López Obrador como para la impresentable regenta eco Claudia Sheinbaum Pardo en su alentada ambición de hacerse con la nominación de la 4T no es en forma alguna despreciable, aunque, insistamos, no haría más que evidenciar que en el fondo, los intereses y ambiciones personales y de grupo en Morena han estado siempre, y están ahora sin duda alguna, por encima del interés nacional, incluso, de quienes les encumbró en el poder y ello, para decirlo pronto, no implica otra cosa que división.

Al tiempo entonces…

ASTERISCOS

* Al final, confirmada la no asistencia como invitados especiales del argentino Alberto Fernández y el brasileño Lula da Silva, y de quien tomaría la batuta del grupo, el peruano Pedro Castillo, la Cumbre de la Alianza del Pacífico, que daría paso a una suerte de “cumbre del populismo izquierdista” regional, se canceló. Falló todo, el poder de convocatoria, en especial…

* En lo que no pocos calificaron como “el colmo del cinismo”, el gobierno de la 4T y su partido, Morena, desplegaron una vasta campaña propagandística para invitar a la marcha que en favor de sí mismo y su gestión, convocó y organiza Ya Sabemos Quién. Ayer, por lo pronto, carteles mostrando al tabasqueño en actitud triunfalista inundaron el Metro capitalino. Ufff…

Veámonos el viernes con otro asunto De naturaleza política.

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