Rubén Aguilar 14 febrero, 2023 | Hace 2 años

La liberación y la expulsión de los presos políticos en Nicaragua

El pasado 9 de febrero, 222 presos políticos de la dictadura encabezada por Daniel Ortega y Rosario Murillo fueron liberados gracias a las negociaciones del gobierno de Estados Unidos. En otros tiempos México hubiera hecho suya la petición de la oposición nicaragüense para intervenir.

Me consta que por diversos canales la oposición nicaragüense se acercó al actual gobierno de México para solicitarle que por razones humanitarias interviniera ante la dictadura que encabezan Daniel Ortega y Rosario Murillo, para que liberara a los presos políticos. El gobierno permaneció sordo y es público que en más de una ocasión ha manifestado su apoyo a la dictadura.

En otros tiempos es muy probable, en el marco de la mejor tradición de la política exterior de México, que el gobierno en turno hubiera hecha suya esa petición. Y que como parte de la misma hubiera dado asilo político a esos presos, algunos históricos cuadros del sandinismo que jugaron un papel fundamental en el derrocamiento de la dictadura de Anastasio Somoza en los años setenta, con la que México rompió relaciones.

Ahora el que ha actuado como negociador para lograr la liberación, el pasado jueves, de 222 presos políticos ha sido el gobierno de Estado Unidos, que tuvo como contraparte a la vicepresidenta Rosario Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega.

Los presos fueron deportados en un avión hacia Washington y al momento de despegar, la dictadura los declaró traidores a la patria y les quitó la nacionalidad. En la negociación el gobierno de Estados Unidos no fue informado que se iba actuar de esta manera. Al llegar a su destino, los presos políticos deportados se enteraron de que el gobierno estadounidense les concedía una estancia temporal humanitaria de dos años, que no contempla un permiso automático de trabajo.

El gobierno socialista de España, en una respuesta humanitaria inmediata, concedió al día siguiente de la expulsión a todos los presos políticos la nacionalidad española. Es probable que en otro tiempo y con otro gobierno, al amparo de su tradición diplomática, México hubiera tomado esta iniciativa.

La decisión del gobierno español se da solo 48 horas después de que la nueva embajadora española en Nicaragua presentara sus cartas credenciales ante Ortega, cerrando una crisis diplomática que se inició en agosto de 2021, cuando España llamó a consultas a su antecesora, a quien la cancillería nicaragüense no permitió regresar.

Celebro la liberación de los presos políticos, de manera especial de la histórica comandante Dora María Téllez, de la que me considero amigo. En Nicaragua todavía permanecen 23 presos políticos en las cárceles de la dictadura. España también a estos ha ofrecido la nacionalidad.

Yo conservo la vida gracias a la actuación decidida y valiente de la diplomacia mexicana de otros tiempos, que me sacó del El Salvador, en los años que participé en la guerrilla, para impedir que las fuerzas de seguridad del régimen me desaparecieran y mataran. Les vivo agradecido.

@RubenAguilar

Notas Relacionadas

@_APnoticias_

#LaPolíticaMeDaRisa

Siguenos