Roberto Santiago 1 marzo, 2023 | Hace 2 años
Es como una isla. Situarla en cualquier parte de México resultaría un palacio incosteable. Está valuada en 4.4 millones de dólares, rodeada de un lago y yates, con palmeras, piscina, elevador y hasta un cine en casa, es la mansión más grande que Genaro García Luna compró en Miami y que el gobierno mexicano pelea para que Estados Unidos le entregue.
De acuerdo con la Unidad de Inteligencia Financiera, esta mansión de más de ocho mil 889 pies cuadrados, unos 825 metros cuadrados, habría sido adquirida por el ex secretario de Seguridad federal gracias a la triangulación de recursos públicos a través de contratos con los que se favoreció en el sexenio del ex presidente panista Felipe Calderón.
MILENIO recorrió la zona y tuvo acceso al exclusivo fraccionamiento donde se ubica la joya de las decenas de propiedades que el gobierno mexicano ha detectado que pertenecen a la red de corrupción, lavado de dinero y narcotráfico encabezada por García Luna, declarado culpable en Nueva York por sus nexos con cárteles, tráfico de drogas y falsificación de declaraciones.
Llegar al imperio del “ex superpolicía” mexicano parece un atractivo turístico. Se trata del complejo Williams Island ubicado en Aventura, Miami, en Florida, con entrada con arcos, piedra, fuentes y palmeras, un ligero puente vehicular y un kilómetro más adelante, al final de la zonaresidencial rodeada de yates, se ubica el acceso a los fraccionamientos más exclusivos.
Al fondo, casi tres kilómetros después del acceso, tras pasar residencias, al menos cinco canchas de tenis y varios letreros pidiendo conducir despacio por tratarse de una zona de anidación de la garza nocturna corona amarrilla, se ubica la sección de cinco mansiones idénticas.
Una de ellas, la de mejor ubicación por contar con dos esquinas del Malu Lake Marina, es la que la UIF indica como propiedad de García Luna.
Las residencias que destacan por su color amarillo, tiene seis habitaciones, medio baño y seis baños completos, dos de éstos, en la suite principal; cuenta con chimenea, calefacción y aire acondicionado; la cocina se oferta con hornos, lavaplatos, trituradora de basura y máquina de hielo. Hay un área para desayuno y dos para comedor.
Los pisos son de madera y mármol, tiene espacio para tres vehículos, parrilla de lujo en uno de los jardines y varias fuentes; además de puertas y ventanas con tecnología contra altos impactos.
También tiene elevador, piscina con regulación para la temperatura del agua, y balcón con vista al lago donde se puede pasear en yate, lancha o hacer deportes.
Y no sólo eso, dentro de la casa se ubica un mini cine, con pantalla en la pared y al menos tres sillones reclinables de piel en dos niveles distintos, para que todos tengan la mejor vista a la película, como en una función tradicional.
De acuerdo con las agencias inmobiliarias de Miami, se construyó en 2006 y se puso a la venta en diciembre de 2012 por cuatro millones 500 mil dólares. Pero García Luna la habría comprado a medidos de 2014 con un descuento del 2 por ciento, pagando cuatro millones 400 mil dólares.
Una de las que está en renta se oferta por 40 mil dólares, alrededor de 800 mil pesos mensuales.
Para ser socio de Williams Island, además de pagar millones de dólares por la residencia, se deben cubrir tres mil 915 dólares que incluye el acceso a los botes, a la casa club, las albercas de uso común para los socios y las canchas de tenis, además de que esta cuota incluye el pago de la seguridad que se mantiene las 24 horas para dar acceso a los residentes y a los visitantes.
En este último caso, para que se permita el acceso a personas que no viven en el complejo residencial, se debe entregar una identificación oficial, pasar por un registro y detallar y comprobar, el domicilio exacto al que te diriges.
Ésta es la propiedad de mayor valor que hasta ahora, la Unidad de Inteligencia Financiera ha identificado como propiedad de García Luna en Miami, y que encabeza la lista de viviendas del juicio civil que se realiza en Florida, con el que el gobierno mexicano aspira a que, por primera vez en la historia y bajo el argumento de que habrían sido compradas por actos de corrupción y un daño al herario, Estados Unidos se las entregue.
Con información de Milenio.