Rubén Aguilar 1 marzo, 2023 | Hace 2 años

La estrategia electoral de López Obrador

La estrategia es clara y simple: dar dinero para recibir apoyo. No falla. Lo único que se necesita es tener recursos y el presidente los tiene del erario público.

En la comparecencia mañanera del 4 de enero pasado, el presidente López Obrador hizo pública de manera abierta cuál era el centro de su estrategia electoral. En esa declaración planteó que la entrega directa de recursos económicos busca que quien los recibe en agradecimiento reaccionen votando por Morena.

De manera textual dijo: “Ayudando a los pobres va uno a la segura, porque ya sabe que cuando se necesite defender, en este caso la transformación, se cuenta con el apoyo de ellos”.

Los más de 25 mil Siervos de la Nación, que son empleados del gobierno federal, forman un contingente que diario realiza un trabajo político electoral a favor de Morena. En sus visitas a los beneficiarios de los programas les dicen que el recurso que reciben se los ha enviado el presidente. Es un “regalo” y no un derecho que tienen como parte de la política social del Estado.

Las diversas encuestas señalan que los sectores de la población que reciben los recursos de los distintos programas sociales, en particular el de adultos mayores, mayoritariamente votan por Morena. López Obrador conoce muy bien estas encuestas y el impacto que la entrega directa de recursos provoca en quien lo recibe. Se genera un sentimiento de gratitud y simpatía hacia quien lo proporciona.

La entrega de esos recursos se envuelve en el discurso de “primero los pobres” y en una serie de consignas propagandísticas que se difunden en las mañaneras. El presidente en ningún día de su mandato ha dejado de estar en campaña, la comparecencia mañanera es un instrumento poderoso de lo que se llama “campaña permanente”.

Una de las grandes fortalezas de López Obrador es el manejo que tiene del discurso y del uso que hace de los medios de comunicación como caja de resonancia del mismo. Él está convencido, lo ha dicho, que los suyos, los que reciben su “regalo”, en su momento van a salir a votar para “defender la transformación”.

La estrategia es clara y simple: dar dinero para recibir apoyo. No falla. Lo único que se necesita es tener recursos y él los tiene del erario público. Hay evidencia de que la estrategia electoral de López Obrador funciona, de eso no hay duda, aunque sea muy cara, pero también de que no es invencible.

Días atrás platiqué con un diputado de la oposición que ganó por mayoría en un distrito donde el 80 por ciento de la población recibe recursos de programas del gobierno. En el análisis que hace el diputado, con muchos años en la política, tres elementos resultaron fundamentales para neutralizar el impacto del “regalo” presidencial: el primero es el contacto directo permanente con la gente, porque eso es más fuerte que el dinero; el segundo, tener una larga historia de lucha en el distrito, y el tercero vivir en el lugar y a la manera que lo hacen los demás.

@RubenAguilar

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