RAMÓN ZURITA SAHAGÚN 2 marzo, 2023 | Hace 2 años
Producto de la edad (94 años), el Partido Revolucionario Institucional se acerca a su aniversario (4 de marzo) con demasiados achaques y hasta algunos le predicen la muerte, después de la elección presidencial del próximo año.
El PRI fue un partido único, que durante 71 años detentó la Presidencia de la República y hasta los 60 años de su fundación no había perdido ninguna elección para gobernador.
Fue hasta 1989 cuando el PAN le arrebató el primer estado y hasta se dice que no lo perdió, sino que fue negociado por el apoyo de Acción Nacional a las políticas del presidente Salinas de Gortari.
Las décadas de gobierno de los priistas son añoradas por su restringida militancia y por aquellos que recibieron beneficios, aunque hay quienes afirman que eran mejores esos tiempos donde los políticos se enriquecían, pero hacían obra de beneficio al pueblo y critican a los gobiernos después de la ola priista, incluido el de Enrique Peña Nieto, donde los beneficios y las riquezas son para unos cuantos.
Esos tiempos de bonanza priista fueron considerados por el escritor peruano Mario Vargas Llosa como la dictadura perfecta y causaron tanto impacto dentro de la ciudadanía que es una de las varias razones por las que el PRI perdió la Presidencia de la República al inicio del presente siglo.
Hoy, el PRI no tiene mucho que festejar, se encuentra en una encrucijada que en cada elección va perdiendo los últimos bastiones que conservaba.
Los priistas saben que tienen una fecha clave, el 4 de junio del presente año, ocasión en que se celebrarán los comicios en Coahuila y el Estado de México, las únicas entidades que no conocen otra forma de gobernar más que las de los priistas.
Curiosamente los dos estados son de los pocos que no han tenido jamás a una mujer gobernante, aunque Edomex la tendrá, sea quien sea la ganadora de los comicios, ya que la abanderada de Morena es también mujer.
Sin embargo, la clave para la subsistencia del partido tricolor es el Estado de México, considerado su bastión de votos, por ser la entidad más poblada del país.
La dirigencia priista está consciente de que perdiendo Edomex su futuro se vuelve oscuro y podría derivar, después de los comicios presidenciales, en un partido bisagra y ocupar el sitio de un perredismo que tiende a desaparecer.
Por eso a los priistas les apura ganar el Estado de México y desde ahí intentar un repunte. Les urge el triunfo en los dos estados, aunque ganando solamente Coahuila, de nada les sirve, ya que quedaría reducido a los niveles de MC y PVEM con solamente dos entidades gobernadas en todo el país. La derrota en Edomex implica para los priistas convertirse en un lastre para la alianza del 24, siendo relegados en la distribución de los principales cargos en disputa.
Por eso los priistas no festejarán con grandes eventos, como los de antaño en que asistía, en muchas ocasiones el Presidente de la República y la mayoría de los gobernadores del país. Ahora lo harán con mesura
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Sumamente consternado se encuentra Carlos Pozos (conocido como Lord Molécula) por la sanción impuesta por el jefe de prensa de la Presidencia, Jesús Ramírez, quien lo condenó a preguntar una vez al mes en la mañanera, lo que le hace perder popularidad… Quién es la periodista que se salió indignada de la fiesta de cumpleaños de Xóchitl Gálvez, por darle lugar en la misma mesa en que se encontraba una diputada priista.