RAMÓN ZURITA SAHAGÚN 10 mayo, 2023 | Hace 2 años

Marcelo ¿sufrirá otra decepción?

El actual secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Luis Ebrard Casaubon, es un político comprometido que ha mostrado serlo de tiempo completo y que tiene como divisa principal, la lealtad, lo que le ha llevado a recibir varias decepciones.

La ruta política transitada por Marcelo no ha sido fácil, aunque apenas rebasando la treintena de años, se encontraba instalado como secretario de Gobierno del desaparecido Distrito Federal.

Egresado del Colegio de México como licenciado en Relaciones Internacionales, al poco tiempo estudió una maestría en administración.

Su recorrido político lo hizo pasar por diversas etapas, primero como priista, después como simpatizante del Verde, más tarde en el Centro Democrático, aterrizó en el PRD, coqueteó con MC (buscó una diputación por ese partido) y finalizó en Movimiento de Regeneración Nacional.

Y es que su transitar por la política parece idílico, por la facilidad como parecen dársele las cosas, pero no ha sido así.

En esta ruta, Marcelo sufrió varias decepciones, cuando su carrera parecía esplendorosa.

Apenas salido del Colegio de México fue acogido por su principal mentor, Víctor Manuel Camacho Solís, quien lo llevó de la mano a la campaña de Miguel de la Madrid Hurtado y luego lo instaló con él en la secretaría de Programación y Presupuesto, para pasar al equipo de la reconstrucción de la Ciudad de México, después de los sismos de 1985.

Siempre de la mano de su mentor (Camacho Solís), colaboró en la secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología y pasó a ser parte del equipo del recién nombrado jefe del DDF, el mismo Víctor Manuel Camacho Solís.

Inició como director de Gobierno a sus 29 años y luego en un impulso a su carrera política fue enviado a la secretaría general del PRI capitalino, donde fue promovido a una diputación local (Asamblea de Representantes) como primero en la lista plurinominal. Parecía promisoria esa posición, ya que el PRI había perdido la mitad de los cargos públicos en la hoy CDMX en los comicios de 1988, por lo que ir de número uno en las pluris le daba seguridad de entrar. No sucedió así, ya que los priistas ganaron todas las posiciones de mayoría y no tuvieron representación proporcional.

Regresó al gobierno capitalino y fue promovido a secretario general, a la espera de que Camacho Solís fuese designado candidato presidencial del PRI. Nueva decepción, Luis Donaldo Colosio le ganó la carrera y Camacho Solís hizo berrinche, por lo que Ebrard corrió su suerte y de mal modo aceptó su mentor ser secretario de Relaciones Exteriores y su discípulo subsecretario.

La lealtad con Camacho Solís lo llevó a acompañarlo como Comisionado de la Paz en Chiapas y a renunciar al PRI en el mismo año.

Cambió de camiseta y se puso la Verde y fue diputado federal pluri, seis años después.

Formó parte de la fundación del PCD, al lado de Camacho Solís y fue nominado candidato al gobierno del DF, nombramiento que dejó (a sugerencia de su mentor) para sumarse a la campaña de Andrés Manuel López Obrador, quien lo nombró secretario de Seguridad, a su triunfo.  Fue depuesto del cargo policiaco y lo rescató el jefe de Gobierno, jalándolo a su gabinete y convertido en su nuevo mentor.

Desde ahí se proyectó a la candidatura presidencial, ya en el PRD y sufrió una nueva decepción, ya que cedió el espacio para que AMLO lo fuese.

Tres años más tarde pretendió ser candidato a diputado federal por MC, pero las autoridades electorales se lo impidieron, causando una nueva decepción en Marcelo.  Ahora como secretario de Relaciones Exteriores, se encuentra a las puertas de la candidatura presidencial de Morena, aunque hay quienes aventuran que sufrirá una nueva decepción, aunque habrá que ver como la matiza ahora.

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La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su artículo 49 la división de poderes. Un Ejecutivo, un Legislativo y un Judicial. Cada uno de esos poderes es autónomo, vale la pena recordarlo, ya que cuando alguno de esos poderes no es respetado caemos en un régimen dictatorial… Finalmente, Santiago Creel Miranda saca esas agallas que se le reclaman debe tener el aspirante presidencial de la oposición y reta al Presidente a un debate, que, por supuesto no habrá, por lo que le pide le mandé a sus corcholatas.

ramonzurita44@hotmail.com

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