Iván Soto 30 junio, 2022 | Hace 2 años

Aispuro, con el agua hasta el cuello

La foto del gobernador José Aispuro Torres con Adán Augusto López, secretario de Gobernación, lo dijo casi todo: la crisis financiera con la que concluye el sexenio es insostenible.
El diagnóstico no requiere muchas explicaciones técnicas. La administración estatal tiene el agua hasta el cuello. Ya estaban así desde antes, pero se ha empeorado con el más reciente recorte presupuestal implementado por AMLO.
Sin embargo, no era difícil suponer que la Federación apretaría severamente el presupuesto de Durango en represalia por los resultados del pasado 5 de junio.
Y no podían estar preparados los del gabinete financiero de Aispuro pues se les fue el tiempo jugando al teléfono descompuesto con su jefe y con el resto del gabinete.
Desde hace tiempo debieron hacerlo y no hablaron a las cosas por su nombre, simularon que todo andaba más o menos bien, rescatable, como si creyeran que alguien llegaría a salvarlos de esta etapa.
Hoy la preocupación es diaria, permanente y creciente, sin embargo, tiempo atrás no quisieron ser ordenados en el manejo financiero, no pusieron alto a los derroches y no se prepararon para un escenario de salida tan abrupto como el que están viviendo.
El agua llega al cuello de muchos, pero no al de todos. En el gabinete de primer y segundo nivel solo hay rostros de hartazgo, pues se les ha hecho largo el mes de junio, pero todavía falta dar la cara los meses de julio, agosto y la mitad de septiembre. Qué calamidad.
Mientras tanto, Aispuro parece que sigue cavando hacia abajo en vez de buscar salidas reales que le puedan dar un respiro a la tarjeteada administración estatal, que se lleva entre las patas de esta crisis a los otros dos poderes, y a los organismos públicos autónomos también.
En este contexto el Secretario de Finanzas y Administración es el funcionario más solicitado por proveedores, medios de comunicación, constructores de obra, sindicatos magisteriales, líderes sociales, prestadores de servicios, gremios productivos, empresariales y sociales.
Las dependencias ya casi cierran puertas, ventanas y ventanillas de sus áreas de atención al público. Es como si el 15 de septiembre se adelantara al 30 de junio.
Y lo peor está por venir, según diversas fuentes que le entienden al manejo financiero, ya que es enorme el boquete que debe conseguir para ayer el Gobernador, si es que quiere salir menos mal y evitar incluso responsabilidades legales en el ejercicio de su mandato.
Con el agua hasta el cuello, Aispuro Torres implora clemencia de un gobierno federal que parece cortado con las tijeras del modelo setentero de control político sobre las finanzas del país y los presupuestos de los estados.
¿Le ayudará Adán Augusto al Gobernador de un estado como Durango, donde por más que se placearon las corcholatas presidenciales la gente les dio a ellos y a Morena una auténtica trapeada en las urnas el pasado 5 de junio?
Yo, sinceramente deseo que Aispuro no se vaya con la proyección de deudas multimillonarias que nos dejará por herencia.
Pero, qué creen, en Palacio Nacional no hay razones políticas de peso como para salvar la bancarrota en la que se encuentra el sexenio que concluye en 75 días más.
Nos leemos y nos vemos a diario en la Multiplataforma En Vivo Durango.

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