Iván Soto 22 junio, 2022 | Hace 2 años
José Rosas Aispuro Torres ha empezado a tensar muy fuertemente el incipiente proceso de entrega-recepción con el equipo que encabezará Esteban Villegas Villarreal.
Lo hace como si tuviera fichas con qué negociar una tersa salida, cuando fue más que visto que no apoyó la nominación y luego la precampaña y campaña de Esteban. Aunado al desastroso estado financiero y administrativo que heredará.
Aún así , el gobernador saliente se ha olvidado de las formas políticas y de sus tiempos, pese a que hace seis años él no solo sabía, sino que exigió respeto a su investidura como gobernador electo desde el día siguiente del triunfo en las urnas.
Hoy, una de dos: a) o se quiere hacer el olvidadizo y hacer como que nadie se va a dar cuenta de sus intentos por romper esas reglas no escritas; o b) quiere medir fuerzas una vez más con Esteban Villegas.
Y es que, simultáneamente Aispuro quiere imponer a su gente en varias trincheras que le serían de gran ayuda para transitar al menos los primeros meses, los primeros años con la nueva era de Villegas al frente del poder.
Pero, al de Tamazula se ha olvidado de un pequeño detalle: desde el 5 de junio hay dos gobernadores en términos políticos, uno decadente, desguanzado y con sus días contados, y otro con 100 mil votos de diferencia a su favor en las urnas y seis años de poder por delante.
Aispuro quiere lograr que repita Marco Antonio Güereca en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, o si no llega Marco a la reelección, que pueda ser alguien de la cuadra aispurista. Mientras en la lista hay dos nombres que podrían estar más en la vista de Villegas: Miguel Ángel Olvera y José Manuel Parra.
José Rosas quiere imponer a Iván Botello, hermano de su cuñado Londres Botello, como Fiscal Anticorrupción, algo que obviamente no pasa, por el simple hecho de que la posible investigación del sexenio que concluye no la hará un familiar del gobernador que se va.
El gobernador saliente quiere colocar espacios y está haciendo promociones de último momento en el Poder Judicial, con regalos a los amigos para promociones en el Consejo de la Judicatura, jueces de control y claro, una o dos magistraturas, una de ellas para Galdino Torrecillas.
Así igual se puso a re organizar la Feria Nacional Durango 2022, se dijo que esta vez con participación hibrida del sexenio que se va y el que llega, y para ello estaba listo Rodrigo García del equipo de Esteban, pero, al final algo pasó y ese modelo de trabajo hibrido se cayó.
Es como si de último minuto Aispuro Torres quisiera ponerse a entregar juegos de placas de taxi y ser él quien las reparta. O es como si quisiera licitar obras o programas que se harán cuando ya no sea gobernador.
Eso en política no se hace, y lo sabe, porque hace seis años se impuso al sexenio de Jorge Herrera Caldera, quien entendió los tiempos y las circunstancias e hizo una serie de ajustes y tomó decisiones en coordinación con el gobierno estatal entrante, como era lógico. Las cortesías no son la característica de Aispuro, eso se ve. Pero, ¿a que se atiene?
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