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°CEnrique Aranda 2 junio, 2023 | Hace 2 años
Entre Guevara y Álvarez-Buylla, ni a cuál irle…
Más pronto de lo que muchos pudieran haber esperado, el oficialismo moreno comenzó a pagar —al menos en la Ciudad de México y presumiblemente por orden expresa de la regenta eco, Claudia Sheinbaum— el altísimo costo económico y político que para el fracasado gobierno de la 4T supuso el retorno de los impresentables y sumisos parásitos del Verde Ecologista de México, que ¿preside? Karen Castrejón, y del Partido del Trabajo, del insaciable Alberto Anaya, a la alianza acrítica que mantienen con el lopezobradorismo.
Luego de que en las últimas semanas, días, el administrador de turno del partido del gobierno, Mario Delgado, lograra “meter al orden” —someter, se diría— a los liderazgos de ambas fuerzas, obligándolos a revertir el apoyo previamente otorgado a candidatos propios al gobierno de Coahuila y a pronunciarse en favor del cuestionable Armando Guadiana de cara a los comicios del domingo, a no pocos llamó la atención la imprevista urgencia con que la mayoría morenista en Donceles, obediente siempre al mandato emanado del exPalacio del Ayuntamiento, forzó reformas al Código de Instituciones y Procedimientos Electorales de la Ciudad de México para, de manera destacada, validar la cláusula que garantiza “vida eterna” al PVEM y al PT.
Ello, vía la definición de que, en adelante, un simple acuerdo entre las dirigencias de partidos que postulen a una misma persona a la Jefatura de Gobierno, las alcaldías y diputaciones locales, signado al momento de presentar las candidaturas y definiendo la forma en que “acreditarán o repartirán los votos (captados) para efecto de conservación del registro y otorgamiento del financiamiento público”, ello será suficiente para que, si desde antes de la elección, quienes apoyen candidaturas comunes hubieran decidido que a uno de ellos —Morena en este caso— se le acrediten 90% de los sufragios recibidos y sus aliados “chiquitos” 5% cada uno —sólo para garantizarles la subsistencia y una buena cantidad de millones de pesos—, así deberá ocurrir…
Huelga recordar que hace apenas unos meses la inclusión de una redacción similar a la ahora aprobada en el llamado plan B electoral a nivel federal, ya desechado por la Corte, mereció de parte de Andrés Manuel López Obrador no sólo su repudio y exigencia de que fuera retirada sino, incluso, la imputación de que la citada cláusula de “vida eterna a los partidos satélites” implicaba una traición a la libre determinación democrática (del pueblo bueno y sabio) y, permítaseme decir, a la toma de decisiones de corte autoritario al más alto nivel de la 4T.
Ayer entonces, a la vista de lo anterior, el oficialismo en el Congreso capitalino cerró filas en un acto de clara traición. ¿O no?…
ASTERISCOS
* Ayer, en su calidad de presidente de la Mesa Directiva en San Lázaro, el panista Santiago Creel impugnó ante la Corte el nuevo decretazo emitido desde Palacio para tratar de mantener en la opacidad e intocadas obras prioritarias para YSQ, como el Tren Maya, el Interoceánico y los tres nuevos aeropuertos en el sureste, abriendo con ello un nuevo frente de confrontación con el tabasqueño. Será de pronóstico…
Veámonos el domingo con otro asunto De naturaleza política.
