Roberto Santiago 28 abril, 2023 | Hace 3 años

‘Chapitos’ y ‘Menchos’ se disputan el cielo mexicano con drones

Si alguien viera —sin contexto— uno de los videos de la más reciente batalla entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación en la frontera norte de Michoacán, podría pensar que se trata de un videojuego. Uno de esos simuladores donde la vida vale poco y el armamento mucho. Pero lo que registra la cámara de un dron artillado volando sobre el municipio de Teocaltiche, Jalisco, es real.

El video dura apenas 50 segundos. La aeronave tripulada a distancia está a unos 500 metros del suelo y flota sobre una camioneta que pareciera tener un avispero grisáceo encima del cofre. En realidad, la cámara —sensible al calor— graba en blanco y negro el incendio del motor y el fuego en el asiento del conductor. Alguien y algo acaba de lanzar una bomba sobre sicarios que pelean a nombre de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.

De la camioneta en llamas salen, al menos, cuatro hombres armados. Vistos desde lo alto, parecen hormigas. Todos cargan armas de alto poder con las que disparan a ras de tierra sin saber que las municiones les caen del cielo. Desorientados por el ataque aéreo, intentan correr hasta una refaccionaria para resguardarse, pero el dron del cártel de Sinaloa los persigue usando el detector infrarrojo. Si los pistoleros dejan de moverse, tendrán el mismo destino que el vehículo calcinado.

En las dos versiones del video —una con la marca de agua de la Policía Comunitaria de Tepalcatepec y otro sin ésta— hay un breve corte a color para resaltar la importancia de esta arma de guerra: el ataque se llevó a cabo de noche entre el 22 y 24 de abril pasado, es decir, hubiera sido imposible identificar a los rivales sin esta tecnología. Un dron con luz hubiera sido blanco fácil desde la tierra, pero uno con infrarrojo es invisible en la oscuridad.

Las grabaciones confirman que los dos cárteles más grandes del país han dado un paso hacia arriba en la batalla por el Pacífico mexicano: se terminó el tiempo en que los drones eran una herramienta de moda solo para vigilar un territorio; al menos desde 2021 se conocen videos en esa región acerca de cárteles que dejan caer bombas maximizando los daños, especialmente en zonas rurales, donde la falta de infraestructura hospitalaria convierte a los heridos por explosivos en muertos en espera. Este nuevo video confirma que la tendencia se ha vuelto una práctica usual.

La guerra con drones artillados en la frontera entre Jalisco y Michoacán es tan común que los sicarios han expandido su arsenal básico: además de rifles de alto poder, granadas y chalecos tácticos, ya cargan con inhibidores de drones con los que apuntan al cielo para derribar aeronaves sin necesidad de tiros de precisión.

Así lo muestra un video grabado en 2021 y también publicado por la Policía Comunitaria de Tepalcatepec: un hombre acompañado de dos pistoleros dirige un arma larga y gruesa hacia las nubes. No es necesario soltar ninguna bala: con ondas electromagnéticas identifica el dron enemigo y de inmediato intenta que los sensores pierdan contacto con el control remoto del piloto a distancia. La maniobra funciona: la aeronave suelta una bomba pero falla, permitiendo a los sicarios huir ilesos.

Aquel inhibidor de dron es muy similar al Hikvision UAV-D04JAI que portaron elementos de la Defensa Nacional en la azotea de Palacio Nacional durante las movilizaciones feministas del 8-M en 2021. Tras la confusión de las manifestantes, que aseguraron que los soldados cargaban rifles de alto poder durante una protesta civil, el gobierno mexicano aclaró su uso y admitió que gastó cerca de 816 mil pesos, por cada uno, para garantizar que el espacio aéreo sobre la residencia presidencial estuviera libre de ojos indiscretos y de un eventual ataque por aire.

Preocupación en gobierno
Las organizaciones criminales —sean terroristas o cárteles— usan ataques con drones porque así pueden llegar más fácilmente a cabecillas o líderes rivales, obligan a sus enemigos a estar a la defensiva en lugar de la ofensiva, disminuyen los riesgos de perder miembros en el campo de batalla y su uso puede ser más barato frente a armas de alto poder cuyas municiones son caras y difíciles de conseguir, según un análisis elaborado por el Comité Judicial del Senado de EU.

En países como México, donde los cárteles suelen ir dos pasos adelante en tecnología que los gobiernos estatales y municipales, el uso de drones explosivos garantiza nulas o pocas detenciones para los pilotos a distancia.

Con información de Milenio.


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