Enrique Aranda 4 noviembre, 2022 | Hace 2 años
Apenas oportuna, a decir de propios y extraños, la decisión del Senado de citar a comparecer a la presidenta de la otrora respetable Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), la impresentable Rosario Piedra Ibarra, para que explique el exceso en que, en innegable apoyo de su “padrino” Andrés Manuel López Obrador y su fallido gobierno, incurrió al emitir una recomendación crítica contra el (odiado) Instituto Nacional Electoral (INE), de Lorenzo Córdova.
Si bien en un primer momento la decisión fue asumida en apoyo al acuerdo aprobado por la Comisión de Derechos Humanos, que preside la panista Kenia López, con ánimo de esclarecer media docena de supuestas omisiones y/o casos, lo cierto es que, tras la votación por mayoría que dejó en manos de la Mesa Directiva la determinación del formato, fecha y hora del encuentro con la cuestionada ombudsperson, quedó más que claro que el tema a abordar no será otro que la abierta violación al marco legal en que ésta incurrió y que, incluso, provocó que el resto de los consejeros del organismo le dieran la espalda y desconocieron el documento referido.
De tal manera es claro esto último, que si bien ayer mismo el líder de la bancada morena y titular de Junta de Coordinación Política, Ricardo Monreal, dejara en claro que la posición del oficialismo no implica la posible solicitud de la renuncia o remoción de Chayito, dirigentes de los otros grupos senatoriales dijeron que, a la vista del resultado de la comparecencia y la resolución que sobre la anunciada controversia del propio INE realice la Tremenda, perdón, Suprema Corte, definirán los pasos a seguir…
Huelga decir que, en el fondo del asunto, está la ilegal intromisión de la Comisión en un debate de corte político-electoral alentado desde el poder federal y por instrucciones del inquilino de Palacio, de tipo partidista incluso, que excede con mucho las atribuciones y funciones del organismo en la materia específica de la defensa de los derechos humanos, mismos que, vale destacar, en no pocas ocasiones han sido “ignorados” o interpretados “a modo” por Piedra y afines.
Aún en lista de espera, pues, lo importante es que la otrora respetable CNDH estará en opción de rectificar el camino y, si quiere, hasta recuperar la dignidad perdida…
ASTERISCOS
* Creciente malestar entre alcaldes opositores genera el “proceso persecutorio”, supuestamente ordenado en su contra por colaboradores desde el Zócalo, por la Contraloría capitalina, que encabeza Juan José Serrano. El principal embate, dicen, es contra personal en Coyoacán (Giovani Gutiérrez), Benito Juárez (Santiago Taboada), Azcapotzalco (Margarita Saldaña), Álvaro Obregón (Lía Limón)…
* Será la próxima semana, previsiblemente, cuando se acentúen los cuestionamientos y la practicada destrucción de la versión que para sustituir la criticada “verdad histórica” sobre el plagio y asesinato de 43 estudiantes de Ayotzinapa ha venido armando —“más con labia que con pruebas, es cierto”— el régimen. El deterioro de la llamada Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia, de Alejandro Encinas, es más que obvio…
Veámonos el domingo con otro asunto De naturaleza política.