Roberto Santiago 22 diciembre, 2022 | Hace 2 años
México dio asilo a la exprimera dama de Perú, Lilia Ulcida Paredes Navarro, esposa de Pedro Castillo Terrones, destituido el 7 de diciembre por el Congreso de Perú como presidente.
El nombre de la exprimera dama está asentado en una colección de expedientes judiciales de Perú sobre una red secreta de testaferros, lugartenientes, licitaciones públicas fraudulentas, lavado de activos, encubrimientos, colusión agravada o tráfico de influencias.
Paredes emergió como pieza crucial de una presunta trama de corrupción política con dinero público que su esposo había controlado a partir de que, el 28 de julio de 2021, asumió para un mandato de 60 meses y que acabó ayer, hace 15 días.
Sobre si Paredes mereció que México le diera asilo, el abogado y excanciller peruano Miguel Rodríguez sentenció que, el asilo supone que la calificación la da el Estado que lo otorga, en este caso México, y puede otorgárselo a Satanás o al arcángel Gabriel.
De acuerdo con el Ministerio Público o Fiscalía General de Perú determinó que, presuntamente, Castillo encabezó una organización criminal con su esposa, cuñados y allegados en una cadena de enriquecimiento ilícito.
Paredes junto con sus dos hijos decidieron asilarse en la Embajada de México en Lima y recibieron los salvoconductos para viajar a México, pero el gobierno peruano alertó que los otorgó con reserva del derecho de pedir la extradición de Paredes.
El abogado Francisco Belaunde, profesor en Derechos Internacional Público de la no estatal Universidad de Lima, argumentó que no debería darse asilo a quien tiene procesos penales.