RAMÓN ZURITA SAHAGÚN 7 julio, 2022 | Hace 2 años
Se acerca el relevo de presidentes en las dos Cámaras del Congreso de la Unión y la disputa por encabezar la mesa directiva es ardua, aunque no debía serlo, ya que la de San Lázaro corresponde al PAN y la de Paseo de la Reforma seguirá siendo para Morena.
Sin embargo, la lucha es interna, no solamente entre el partido mayoritario y sus opositores, sino que se agrega la que se debate al interior de cada partido.
Por ley, la Cámara de Diputados corresponde en el segundo período ordinario al partido que cuenta con la segunda mayor bancada, en este caso el PAN, ya que en el primero, Morena la tuvo por todo el año.
Sin embargo, el enojo de la bancada que encabeza Ignacio Mier por no haberse aprobado la reforma eléctrica mantiene en suspenso el respaldo a la que vaya a ser la propuesta panista.
Desde el inicio de la legislatura, los panistas dejaron ver que su propuesta sería Santiago Creel Miranda, el blanquiazul que busca que la presidencia de la Mesa Directiva lo catapulte hacia la anhelada candidatura presidencial, que ya en dos ocasiones le fue negada.
Santiago es una de las opciones que mantienen los panistas, ya sea para su eventual candidatura o bajo la bandera de la alianza de Va por México. En el pasado reciente, Creel Miranda fue vencido por Felipe Calderón en la interna de 2006 y por Josefina Vázquez Mota en la de 2012, aunque ahora se ve renovado e impetuoso, con mayor carácter.
El panista es el hombre fuerte de su fracción, conocedor de las leyes, mediador y buen conductor de los trabajos legislativos como ha dejado claro en las conducciones en que ha presidido la sesión.
Sin embargo, Santiago sabe que su partido divide el año legislativo que le corresponde en la Cámara de Diputados en dos semestres, uno para varón y otro para mujer, aunque aún no se define el orden en que irían.
Hasta ahí no hay problema alguno, ya que las dos aspirantes a compartir la conducción de la Cámara de Diputados con él no objetarían tampoco el orden.
La duda radica en la forma en cómo reaccionará la bancada de Morena en el momento de la elección del presidente de la Mesa Directiva, toda vez que les dolió en lo más profundo que la alianza les arrebató dos estados que creí podían ganar.
Más le dolió al coordinador de la mayoría, Ignacio Mier, que uno de esos fracasos haya sido en el estado que le fue encomendado en lo personal a él, Durango, entidad en que la alianza formada por PRI, PAN y PRD, dejó evidenciado que Mier no es operador electoral, en lo más mínimo.
En el Senado de la República, la lucha es interna entre las dos corrientes que privan en Morena. La que encabeza el coordinador Ricardo Monreal Ávila, que es la mayoritaria y la de los radicales, en la que tres de ellos quieren encabezar la mesa directiva del año legislativo que inicia el primero de septiembre.
Por el lado de Monreal Ávila, las cosas parecen definidas a favor del poblano Alejandro Armenta, mientras que dos del grupo minoritario ansían la nominación: César Cravioto y José Narro Céspedes.
Y es que la presidencia de la Cámara de Diputados y del Senado de la República siempre ha sido vista como un trampolín hacia otras aspiraciones. En el caso de Sergio Gutiérrez Luna, el actual presidente de la Mesa Directiva en San Lázaro, el cargo le sirvió para destapar sus aspiraciones al gobierno de Veracruz y, en el de Santiago Creel, si es electo, le serviría para sondear sus aspiraciones presidenciales. Alejandro Armenta se apuntaría hacia la nominación en Puebla, donde el otro adversario es, precisamente, Ignacio Mier, el bocabajeado coordinador de los diputados de Morena.
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Crece “la cargada” a favor del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, en su recorrido hacia la candidatura presidencial de Morena. El tabasqueño sufre todavía los embates de la Covid… Alejandro Moreno Cárdenas, dirigente nacional del PRI, fue enfático al asegurar que seguirá denunciando los embates de Morena en su contra y que la única manera de calarlo es con la muerte.