RAMÓN ZURITA SAHAGÚN 13 junio, 2023 | Hace 1 año
Son muchos los que se cuestionan sobre el papel que juegan las autoridades electorales en el proceso de sucesión presidencial y si es válido que un partido (Morena) se salta los ordenamientos legales.
Es sabido que en noviembre pueden iniciar las precampañas de los aspirantes a la candidatura presidencial de todos los partidos con registro, pero Morena ya designó a sus aspirantes, los que públicamente señalan su búsqueda de la candidatura presidencial de este partido y no solamente eso, sino que también recurren a la publicidad para resaltarlo.
Son bardas, espectaculares, leyendas esparcidas por todo el país y grupos creados ex profeso que difunden y resaltan las cualidades de sus favoritos.
Las llamadas “corcholatas” se encuentran desatadas y desde hace un año vienen recorriendo el país bajo pretextos distintos relacionados con sus cargos públicos y sin transparentar de dónde salen los recursos para hacerlo.
Y qué hace el INE, simplemente observarlos y no sancionarlos y si acaso alguna perdida amonestación y conminarlos a que se porten bien.
Nada de una sanción o una advertencia, en su remoto caso por parte de las autoridades electorales, todo es diferente, ya que los dirigentes de Morena aseguran que no son iguales a los del pasado y es cierto aquellos respetaban las leyes electorales y aunque se sabía que eran prospectos de cada partido, no lo hacía público ellos mismos o sus patrocinadores.
Ahora es diferente, tanto que el propio Presidente designó a las que llamó “tres corcholatas” y agregó a un “colado como establecía la obra de teatro “La Casa de La Bandida” que señalaba que se debatiría sobre las tres “corcholatas” y un “colado”, de cuyo grupo selecto saldrá el candidato presidencial mejor posicionado.
Y como no, ya que la difusión que han tenido dichos personajes y el gasto invertido en ellos es mayúsculo y les ha permitido posicionarse a la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum; el secretario de Gobernación, Adán Augusto López; el secretario de Relaciones Exteriores (hasta ayer), Marcelo Ebrard y el senador Ricardo Monreal.
Ahora ya se decidió que las llamadas “corcholatas”, el “colado” y los dos ilusos tienen la aprobación de recorrer el país, eso sí cuidado no debatir con sus pares y mucho menos dándole entrevistas a los medios que no sean de la 4T, de los que ya se ejemplifican algunos de ellos.
Todo pasa en un país donde la práctica de la observancia de la ley se escribe con letra pequeña y el partido poderoso es el que dicta las reglas, sin importar que estas ya existan.
Apenas hace dos años, este mismo partido enfrentó las sanciones del INE que bajó a dos de sus candidatos a gobernadores (Guerrero y Michoacán) por no transparentar los recursos usados en precampaña y se trataba de cantidades pequeñas. Ahora qué hará cuando el gasto será impresionante por los desplazamientos que tendrán por toda la República y los señalamientos del dirigente nacional de su partido, Mario Delgado el que asegura que serán recursos surgidos de los simpatizantes de estos aspirantes y que espera lo hagan de buena fe. (¿Y los recursos gastados antes, de dónde salieron?).
El jueves próximo, el presidente López Obrador se reunirá con los consejeros del INE y, tal vez, sea la ocasión propicia para que la presidenta del organismo le advierta al Ejecutivo federal de los abusos que vienen cometiendo sus huestes.
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La fecha se aproxima y no hay visos de que la alianza de va por México tenga delineada su estrategia para la selección de una candidato o candidata que enarbole los postulados de un gobierno de coalición y muchos tienen definida la ruta para encontrar a esa “joya”.