Rubén Aguilar 9 diciembre, 2022 | Hace 2 años
El pasado domingo en una mesa redonda en la Feria del Libro de Guadalajara, el diputado Rubén Moreira Valdez planteó que el mayor enemigo de la democracia en México es el narcotráfico.
En agosto, después de la elección del 6 de junio de 2021, los presidentes del PAN, PRI y PRD visitaron al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) para entregar evidencias de la participación del narco en el proceso electoral.
El 24 y 25 de noviembre estuve en Hermosillo y Ciudad Obregón, Sonora, para presentar el libro Jaque mate al crimen organizado. Una estrategia multidimensional para la paz (Planeta, 2022), escrito junto con el diputado y líder de la bancada del PRI.
En Hermosillo tuve dos eventos, uno de carácter público en el Instituto de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) – Sonora Norte y el otro una cena privada.
Al día siguiente en Ciudad Oregón tuve tres eventos, dos de carácter público, uno en la Universidad La Salle – Noroeste y otro con un grupo de dirigentes de organizaciones de la sociedad civil. Y uno privado.
La dinámica de los cinco encuentros fue la misma, una breve presentación del libro a mi cargo y después una hora y media de preguntas y comentarios de los asistentes.
En las reuniones públicas y privadas de manera abierta, fue una constante, se dijo que el gobernador Alfonso Durazo, de Morena, había ganado con apoyo del narco.
Se dijo también que, por lo mismo, había un acuerdo entre el gobernador y el narco. Y que por eso no había una acción decidida contra el crimen organizado.
La opinión general era que los altos niveles de violencia en Sonora -80 homicidios dolosos por 100 mil habitantes, a nivel nacional son 30- se debía a que se ha dejado campo abierto al crimen organizado.
Se dice que a la llegada del nuevo gobierno estatal, la violencia y los homicidios dolosos han aumentado. Ciudad Obregón es la segunda más violenta del mundo.
Los asistentes a los eventos comentaban que en Sonora poner en práctica una estrategia multidimensional como la que se aplicó en Coahuila entre 2011 y 2017, que redujo en 87 % los homicidios dolosos, no es posible.
Y esto porque en Sonora hay un contubernio entre el gobierno estatal y el narcotráfico. Hay evidencias que señalan la intervención del narco en el proceso electoral como sucedió en otros estados en los que ganó Morena.
En los eventos me llamó la atención la seguridad con la que los asistentes plantearon que en Sonora, los resultados electorales del 2021 se explican por la intervención del narco.
Y que existe una evidente relación entre el gobierno estatal y el crimen organizado. No había miedo en decirlo. Una mujer de unos 50 años en una de las reuniones expresó: “Decirlo es una manera de protestar contra la situación que impera”.
@RubenAguilar