Roberto Santiago 28 diciembre, 2022 | Hace 2 años

El Papa pide rezar por Benedicto XVI: «Está muy enfermo»

El Papa Francisco habló levantando la vista de sus papeles, como suele hacer cuando dice las cosas más importantes, mientras saludaba este jueves a los fieles en el Aula Nervi al final de la audiencia general. «Una oración especial por el Papa emérito Benedicto, que en silencio sostiene a la Iglesia», dijo. «Acordaos de él, que está muy enfermo, pidiendo al Señor que le consuele y le sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia hasta el final».

Joseph Ratzinger cumplió 95 años el 16 de abril y desde hace algún tiempo se encuentra delicado de salud, como es normal a su edad. Antes de Navidad, Francisco habló de él como «un santo, un hombre de elevada vida espiritual», y explicó: «Le visito a menudo y me edifica su mirada transparente. Vive en la contemplación… Tiene buen sentido del humor, es lúcido, muy vivo, habla en voz baja pero sigue la conversación. Admiro su lucidez. Es un gran hombre».

Desde hace nueve años, Benedicto XVI vive en el monasterio vaticano Mater Ecclesiae, donde se retiró pocos meses después de renunciar al Pontificado en 2013 y donde también celebró la Navidad con una misa. Su secretario especial, el arzobispo Georg Gänswein, hablaba en los últimos años de un hombre siempre lúcido que «reza, lee, escucha música, recibe visitas», pero que en su estado físico «es como una vela que se apaga lenta y serenamente, como nos ocurre a muchos». A principios de diciembre, recibió en el monasterio a los dos becarios galardonados este año con el Premio Ratzinger de estudios teológicos; las fotos de aquel día le muestran sentado en un sillón, delgado y frágil, pero con la mirada atenta.

El portavoz vaticano, Matteo Bruni, explicó hoy: «En cuanto a las condiciones de salud del Papa emérito, por quien el papa Francisco pidió oraciones al final de la audiencia general de esta mañana, puedo confirmar que en las últimas horas se ha producido un agravamiento debido a su avanzada edad. La situación en estos momentos permanece bajo control, vigilada constantemente por los médicos». Al final de la audiencia general, «el Papa Francisco se dirigió al monasterio Mater Ecclesiae para visitar a Benedicto XVI», añadió. «Nos unimos a él en la oración».

El arzobispo de Múnich, Reinhard Marx, también invitó a los fieles a unirse en oración por Benedicto XVI, recogiendo el llamamiento de Francisco. «Si el Santo Padre Francisco dice que debemos unirnos en la oración, lo haremos de manera especial con las jóvenes cristianas y los jóvenes cristianos», dijo el cardenal en Bad Toelz, inaugurando las jornadas diocesanas en Baviera.

«En este momento de sufrimiento y de prueba, estamos en torno al Papa emérito», afirmó el cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana: «Él mismo nos recordaba que por duras que sean las pruebas, difíciles los problemas, pesado el sufrimiento, nunca caeremos de las manos de Dios, esas manos que nos han creado, nos sostienen y nos acompañan en el camino de la existencia, porque están guiadas por un amor infinito y fiel».

«Ya no pertenezco al viejo mundo, pero el nuevo aún no ha empezado de verdad». Bendicto había pronunciado estas palabras a su biógrafo Peter Seewald, recogidas posteriormente en un volumen publicado hace dos años por la editorial Garzanti, en las que negaba, entre otras cosas, haber dimitido por el caso Vatileaks. De las 1.209 páginas de la biografía, reseñada por Massimo Franco en el Corriere della Sera, más de 200 estaban dedicadas precisamente a la preparación y explicación de su dimisión como Papa.

Benedicto, elegido Pontífice por cónclave el 19 de abril de 2005, tras la muerte de Juan Pablo II, dejó el papado con estas palabras, pronunciadas en latín durante el Consistorio para la canonización de los mártires de Otranto, el 11 de febrero de 2013: «Después de haber examinado repetidamente mi conciencia ante Dios, he llegado a la certeza de que mis fuerzas, debido a mi avanzada edad, ya no son aptas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino».

Hace unas semanas, Benedicto XVI anunció que quería «defenderse» de una denuncia presentada ante el tribunal provincial de Traunstein (Baviera), que hace referencia al informe de enero del bufete de abogados Westpfahl Spilker Wastl sobre 497 casos de abusos en la Iglesia de Múnich en la época de la posguerra y acusa a Ratzinger de «comportamiento erróneo» por no haber actuado en cuatro casos cuando dirigió la diócesis bávara de 1977 a 1982. El Papa emérito respondía con una carta a las acusaciones de pederastia en el seno de la Iglesia aleaman y agradecía además «tanta amistad y tantas muestras de confianza como no habría imaginado».

Con información de El Mundo.es

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