RAMÓN ZURITA SAHAGÚN 7 octubre, 2022 | Hace 2 años
Fallado su proyecto de que su partido y su proyecto duraría 24 años en el poder y con la experiencia de haber encabezado la OCDE por catorce años, José Ángel Gurría Treviño surge como uno de los mejores prospectos que podría presentar el PRI para buscar su candidatura presidencial.
No se trata de un personaje popular ni mucho carismático, aunque tiene sus detalles pintorescos, pero sí es una figura internacional que podría venir a encabezar la alianza (si es que se conforma) de priistas, panistas y perredistas.
Militante priista desde siempre como su padre, su primo y demás familia, José Ángel a diferencia de José Antonio Meade no tiene la rigidez del fallido candidato presidencial del PRI en 2018.
Presente en el mundo financiero internacional, Gurría terminó su contrato con la OCDE hace poco más de un año y se encuentra en México sondeando las posibilidades de entrar en la competencia por la nominación presidencial.
Hasta ahora sus acercamientos lo sitúan en buena posición, aunque ya no guarda los mismos nexos con los dirigentes de su partido y sus relaciones se remontan a funcionarios y militantes del pasado.
A favor del ex secretario de Relaciones Exteriores y de Hacienda se encuentra el hecho de que ahora los que lo apoyen podrán decir abiertamente que es la realidad de la oposición al proyecto de la 4T.
Tal vez, eso sea lo que hace falta que los electores sepan las tendencias de unos y otros, abiertamente, situarse dentro de la geografía política, sin máscaras de ninguna clase.
Si hay un neoliberal dentro del ámbito político ese es precisamente Gurría Treviño, quien en el pasado fue conocido como el Ángel de la Dependencia, al ser uno de los principales negociadores de la deuda externa mexicana durante largo tiempo.
De ahí que se puede estructurar un proyecto sólido sobre la ruta que transitaría el país con uno y otro proyecto, el de la 4T, ya conocido y el de los neoliberales que son acusados de todos los males de este país.
El ex secretario entraría como cuchillo en mantequilla en la estrategia de la alianza que no consigue posicionar a ninguno de los prospectos que se apuntan para competir por la candidatura de cada uno de los tres partidos.
La formación y estructuración de Gurría Treviño es sumamente sólida y proviene de la larga formación en el sistema hacendario mexicano, del que salieron durante muchos años los principales secretarios y funcionarios de las secretarías de Hacienda y Programación y Presupuesto (mientras existió).
A favor del mencionado José Ángel Gurría estaría la promoción que le haría el presidente López Obrador durante las mañaneras en que no terminaría de censurar la presencia de los verdaderos neoliberales, los que son parte de su obsesión.
Presentar dos ofertas de gobierno disímbolas como resultan ser los neoliberales contra la 4T, sería un gran atractivo para quienes acudan a las urnas o simplemente sigan las campañas electorales.
José Ángel seguirá con sus acercamientos con empresarios y viejos militantes priistas para medir sus posibilidades no aventarse a lo loco en una aventura que, desde ahora, se antoja sumamente difícil.
Hay quienes quieren desalentarlo diciéndole que entra tarde a la contienda, pero la realidad es que salvo los aspirantes conocidos como “corcholatas” los demás se encuentran sumamente apachurrados con todo y que sus partidos, PAN y PRI comenzaron con los foros de deliberación, cada uno por su lado.
Otros ven como impedimento la edad del ex secretario (73 años) aunque si tomamos en cuenta que dentro de la Cuarta Transformación se encuentran como estrellas del gabinete y sus anexas que rebasan por mucho las ocho décadas, José Ángel Gurría resultaría un jovenzuelo, al que le gira la cabeza a buen ritmo.
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Será que lo ocurrido en Sonora es el inicio de una fuga anticipada de priistas hacia otros organismos políticos. Por lo pronto Sonora es el primer estado en que se quedan sin representación en el Congreso. Quintana Roo fue el primer aviso con un solo diputado.