RAMÓN ZURITA SAHAGÚN 3 julio, 2023 | Hace 1 año
Como en la canción de los perritos, los aspirantes presidenciales que se anotaban para contender por la candidatura presidencial del Frente Amplio por México, se van descartando, argumentando un sinfín de pretextos y no reconociendo que en realidad no tienen los suficientes tamaños para competir.
Hombres y mujeres, panistas, priistas y simpatizantes con esta causa, prefieren hacer mutis, señalar condiciones de inequidad y alejarse de sus supuestas aspiraciones, tratando de enlodar el método.
No importa el alarde que hicieron sobre su aparente fuerza electoral y presencia nacional, finalmente fueron cayendo uno tras otro u otra, mostrando que el empaque del que hacían gala era, simplemente, ocasional.
Algunos de ellos se metieron solos al paquete, sin presencia ni atributos que los impulsaran hacia la anhelada meta y desde el principio se ausentaron, aduciendo fallas en el método y censurándolo.
Germán Martínez, Mauricio Vila, Lilly Téllez, Claudia Ruiz Massieu, Alejandro Murat y Gustavo de Hoyos, simplemente se retiraron, no sin antes tratar de enlodar el sistema propuesto por la alianza constituida por panistas, priistas y perredistas.
Germán y Lilly llegaron al Senado de la República como parte de la ola obradorista desatada por Andrés Manuel López Obrador. Se subieron a la cresta de la ola y se bajaron por ambiciones personales de querer volar con alas que no tenían.
Ambos se volvieron críticos de la 4T, después de asumir como devotos de la misma y usaron esa misma furia de sus palabras para tratar de alcanzar su meta presidencial, pero los requisitos de la alianza fueron demasiados para ellos.
Claudia Ruiz sabía desde un inicio que no tendría oportunidad alguna para competir ni siquiera para llegar a formar parte de los finalistas y prefirieron abstenerse y amenazar con renunciar al partido que le dio cobijo y la hizo crecer, sin méritos más allá de los apellidos paterno y materno, que la cobijaron hacia diputaciones y senadurías de representación proporcional y hasta la misma dirigencia nacional del partido del que ahora reniega.
Alejandro Murat, ex gobernador de Oaxaca, anunció en forma estruendosa subirse a la búsqueda de la candidatura presidencial e hizo su proyecto de recorrer el país para amarrar su fuerza electoral, lo que nunca cumplió y ahora se baja, con la amenaza de una investigación por parte del gobierno de Salomón Jara.
Mauricio Vila es un gobernador con buena estima de sus gobernados, pero al que el propio presidente López Obrador ubica como su aliado, como hizo anteriormente con Alejandro Murat, Omar Fayad, Claudia Pavlovich, Alfredo del Mazo y Quirino Ordaz, todos ellos priistas que prefirieron asfaltar el camino de Morena que ser sujetos de presión o persecución. Vila fue alentado por el presidente como probable aspirante presidencial, pero se dio cuenta que no reunía las condiciones para ello.
Finalmente, Gustavo de Hoyos el empresario que alentó desde su esfera la lucha contra López Obrador tampoco se anota para competir por la candidatura presidencial, consciente de que poca oportunidad tendría de convertirse en el candidato de la oposición.
Poco a poco la alianza de panistas, priistas, perredistas y la escasa sociedad civil que los acompaña se van quedando con las piezas de la que surgirá su candidato o candidata presidencial (todo parece indicar que será candidata) y anunciar el mismo cuatro de septiembre el nombre del triunfador o triunfadora.
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Las “corcholatas” en plena efervescencia y creyentes de que el triunfo de su partido es inobjetable, prefieren mostrar los vehículos en que se mueven por todo el país, antes que las propuestas para su eventual gobierno… Todo un éxito, como suelen ser sus convocatorias, fue la festividad por el quinto aniversario del triunfo en las urnas del presidente López Obrador, las cifras de asistentes son similares siempre… El PRI pretende sanar heridas en Hidalgo, donde se le intenta hacer un boquete con la renuncias de diputados locales, alcaldes y hasta senadores.