Carlos Ramírez 25 agosto, 2023 | Hace 1 año
El lenguaje beligerante de los principales precandidatos del Partido Republicano a la presidencia en noviembre de 2024, está creando un escenario de guerra político-militar de Estados Unidos contra México y al cual se acaba de incorporar de manera directa el embajador de Biden en México, Ken Salazar, con el anuncio de ciudades mexicanas advertidas como inseguras para visitantes americanos.
Desde el primer discurso de violencia vecinal del precandidato Donald Trump a la presidencia en 2016, y con el error estratégico del entonces presidente Enrique Peña Nieto al entregarle en charola de plata a México para que viniera a hacer su campaña de odio, México se está moviendo en escenarios ya desensamblados: el económico por la integración comercial y el político que está determinado por el contrabando de drogas y personas en la línea fronteriza.
En los últimos discursos de los precandidatos republicanos se han dejado con claridad amenazas de invasión militar estadounidense a México para combatir a los productores de droga y traficantes de migrantes cuyos productos atraviesan la frontera solo por la corrupción de autoridades fronterizas estadounidenses. Y en esos discursos se está avisando que partidas militares ingresarán a México sin autorización del Gobierno y el Estado mexicano para perseguir a maleantes.
Lo de menos es que sea jurídicamente imposible que militares entren a México sin permiso legal de México —que nunca lo dará–, pero no deja de ser intimidante el tono invasionista de los candidatos republicanos, frente a la pasividad demócrata de Biden como principal precandidato.
En el fondo, el lenguaje invasor de republicanos y las presiones demócratas para apropiarse de las estrategias mexicanas de seguridad están creando un clima de ruptura diplomática que dañaría a los dos países.
Zona Zero
• El tache del embajador Salazar de 13 estados mexicanos por situación de violencia contrasta con las cifras oficiales de que serían sólo cinco entidades y unos 20 municipios los infectados de violencia. Pero esa decisión anunciada por el diplomático cayó justo en la víspera del debate republicano donde México apareció como el enemigo número uno de EU. O el diplomático perdió sensibilidad o ya se sumó al clima republicano antimexicano.
(*) Centro de Estudios Económicos, Políticos y de Seguridad.