Roberto Santiago 26 enero, 2023 | Hace 2 años
Aunque el gobierno estadunidense ha insistido que drogas duras como la metanfetamina y el fentanilo entran por las fronteras mexicanas, la realidad es que en los últimos tres años se han desmantelado cientos de narcolaboratorios en estados norteamericanos que operaban al estilo Breaking Bad, en barrios marginados y en pequeñas casitas destartaladas o casas rodantes.
Sin embargo, en algo no están equivocadas las autoridades del Río Bravo: en muchos de los laboratorios clandestinos desmantelados por la Agencia para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) sí están involucrados mexicanos, quienes llegaron a Estados Unidos con el objetivo de montarlos y enseñar a cocinar las drogas a ciudadanos estadunidenses.
Una investigación de MILENIO, con base en los registros de la DEA y el Departamento de Justicia, revela que del año 2020 a la fecha se han descubierto 539 laboratorios clandestinos sobre todo en estados fronterizos como California y Texas, entre otros.
Esto quiere decir que cada dos días encuentran cocinas de metanfetaminas en ciudades del sur de los Estados Unidos.
El tema cobró fuerza en las agendas de las autoridades estadunidenses, luego de la captura en enero de Ovidio Guzmán, El Ratón, hijo del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera y a quien las autoridades de ese país adjudican el trasiego de toneladas de distintas pastillas y drogas sintéticas.
De hecho, una de las grandes conversaciones durante la última visita a México del presidente estadunidense Joe Biden, fue el problema de adicciones que enfrentan en Estados Unidos debido al flujo de fentanilo que presumiblemente llega desde su frontera sur.
Las estadísticas revelan sin embargo que no sólo México está produciendo los estimulantes, sino que también se están haciendo en el propio terruño estadunidense, tal cual se describe en la famosa serie Breaking Bad, donde un moribundo profesor de Química decide producir desde una destartalada furgoneta muchas drogas duras.
Con información de Milenio.