Roberto Santiago 31 diciembre, 2022 | Hace 2 años
Estados Unidos se está quedando solo en su línea dura de combate al narco.
Países latinoamericanos que antes eran sus aliados en el modelo prohibicionista, como México y Colombia, ahora rechazan la guerra frontal contra las drogas y apuestan por políticas sociales para mitigar la desigualdad, señalada como causa de la violencia.
En un análisis, la fundación Insight Crime destaca que, en la última década, EU perdió influencia en América Latina, lo que frena los esfuerzos regionales para coordinar su estrategia contra el narcotráfico.
En este tema, México redujo la cooperación, pero mantiene un enfoque militarizado contra los cárteles, entre crecientes niveles de violencia. Con Gustavo Petro como presidente de Colombia se redujo la erradicación de cultivos de coca, además de que negocia con guerrilleros y criminales involucrados en el tráfico de drogas.
Mientras esta visión se consolida, la producción de cocaína y drogas sintéticas, como fentanilo y metanfetaminas, aumentará “significativamente” en los próximos meses, alertan los especialistas.
En México, el auge de esto último se explica por la reducción de las fuentes tradicionales de ingresos de los cárteles: mariguana, heroína y coca.
Fuente: Excélsior