Enrique Aranda 7 agosto, 2022 | Hace 2 años
Crece la “trata” de batas cubanas.
No serán 500, sino 600…
De no ser tan estúpida y carente de todo sustento, aunque, en opinión de alguno, reveladora del modus operandi de su autor ante el gobierno en turno, la afirmación de que “la jerarquía católica está tratando de incendiar al país…” sonaría a mala broma y movería a risa aún a los más críticos y agrios detractores de ésta que, huelga destacar, más tardó en conocer lo dicho por Arturo Farela que en aclarar al impresentable “pastor” evangélico que no de ahora, sino de años atrás —los casi cuatro del lópezobradorismo incluidos, se entiende— “el país ya está incendiado por la violencia”…
Arropado bajo el manto del oficialismo, defensor y promotor (ahora) de la propuesta de abrazos no balazos que en El Universal —3/08/22— avaló porque “privilegia el amor al prójimo”, y de cuanto planteamiento o política surge de Palacio, el dirigente de la Confraternidad de Iglesias Cristianas y Evangélicas (Confraternice) fue aún más lejos en su intento por “quedar bien” con Andrés Manuel López Obrador, al tipificar como de “muy mal gusto y, francamente equivocadas” las críticas vertidas por sacerdotes y obispos de la Iglesia católica por la inseguridad prevaleciente y su reclamo de modificar la fallida estrategia oficial, tras que dos de sus miembros, jesuitas ambos, fueran arteramente asesinados en Cerocahui, en plena Sierra Tarahumara.
Nada sorpresivo viniendo de quien venían, plantearían analistas que conocen la realidad del personaje citado y menos, a fuerza de ser sinceros, luego de conocer la pobreza de su reflexión, según la cual existe un rechazo formal de la Iglesia mayoritaria del fracasado gobierno en turno y sugirió que “es por ello que el Presidente no los ha recibido —a los jerarcas católicos— como antes lo hacían los presidentes de sexenios pasados”.
Tocó al exrector de la Universidad Pontificia y actual director del Observatorio Nacional del Episcopado, Mario Ángel Flores Ramos responder las imputaciones vía el mismo diario capitalino, destacando que “desde hace tiempo el país ya está incendiado por la violencia, con toda la criminalidad sin control, por la falta de apego a las leyes y por la impunidad que es uno de los problemas que hemos tenido desde hace años, pero que se ha agudizado en el actual gobierno” y externó su convicción de que un gobierno tiene que trabajar para todo el país, y uno de los señalamientos que hacemos es que este gobierno trabaja con los suyos y para los suyos. “El 80% de los mexicanos queda fuera de su horizonte”…
Recordó entonces que, si bien la Iglesia llamó a la responsabilidad de las autoridades para revisar sus estrategias y asumir su compromiso, la respuesta a ello ha sido el silencio, cuando no el abierto rechazo “que incluyó insultos” y a los cuales no se ha respondido, sino con una campaña en favor de involucrar a la sociedad toda en la construcción de la paz…
Ahora sí que con esos “amigos”, como reza el popular (y atinado) refrán popular, ¡para qué (la fallida 4T) quiere enemigos! ¿No?…
Veámonos mañana, con otro asunto De naturaleza Política.