RAMÓN ZURITA SAHAGÚN 26 septiembre, 2022 | Hace 2 años
Lo dubitativo (o será temeroso) que se muestra Alfredo Del Mazo en la selección de la candidata al gobierno del Estado de México está ocasionado una serie de enredos que descontrolan a las aspirantes y a la propia militancia.
Del Mazo sabe que cualquier error lo puede hundir en sus pretensiones, dependiendo cuáles sean, las de cooperar como otros de sus homólogos con la Cuarta Transformación o aspirar a dar un salto en su carrera política.
La duda consiste sobre qué será lo que decida el temeroso gobernante.
Por lo pronto, las fallas en la estrategia de Alejandra del Moral (su favorita) son muchas, el equipo del que fue rodeada para catapultarla hacia la candidatura muestra grietas, divisiones y hasta enfrentamientos en el cuarto de guerra que encabeza Erwin Lino (ex secretario particular de Enrique Peña Nieto) y en el que participa activamente todo el equipo destinado por Del Mazo para su posicionamiento.
Dos meses antes de la elección de junio pasado, Paco Sarmiento y su equipo de expertos itamitas, recibieron la instrucción de sembrar el nombre de Alejandra Del Moral para muestrearlo en todo el estado, para entregar resultados en ese mes de junio, los que a consideración suyo había sido un éxito.
El gobernador Del Mazo se sintió satisfecho y redobló esfuerzos y comisionó a su equipo de prensa, encabezado por Jorge Pérez y otros funcionarios cercanos a su entorno para ampliar el horizonte de Alejandra lo que no ha podido concretar.
Los enfrentamientos entre las opiniones y estrategias de Sarmiento, Jorge Pérez y el experto llevado por Alejandra, el diputado Guillermo Zamacona son constantes y hasta roces de otro tipo hay.
La brújula les está fallando y más cuando constatan que Alejandra con toda esa ayuda no puede rebasar a Ana Lilia Herrera, según narran las encuestas que establecen un empate técnico con ventaja para la diputada federal.
En el cuarto de guerra de Alejandra urgen a que presente su renuncia como secretaria de Desarrollo Social, para dejar en claro que ella es la seleccionada y terminar de esa forma con la división que se está gestando.
La línea divisoria se está presentando entre el llamado Grupo Atlacomulco donde los ex gobernadores (incluido Eruviel Ávila) apoyan la nominación de Ana Lilia, mientras el gobernador del Mazo sostiene la de Alejandra.
Y es que en opinión de muchos con Ana Lilia se tendría más oportunidad de ganar ante los embates de Morena y su candidata Delfina Gómez, ya que Alejandra muestra inmadurez e incapaz de enfrentar una crisis.
Por lo pronto, circula una versión que podría convertirse en realidad y es que el dubitativo Del Mazo recurra a la estrategia de su primo Enrique y que le afectó severamente (tanto que debió ir al psicólogo) de analizar los pros y contra de una u otra candidatura.
Es decir alentar la nominación de Alejandra, incluso con su renuncia al gabinete en un par de semanas, para fintar con ello y destapar a Ana Lilia unos días después.
Algo similar a lo que le ocurrió cuando él, presuroso, se encontraba encaminado a la candidatura al gobierno estatal en marzo de 2011 y recibió la noticia de que no sería candidato y fue obligado a sumarse a la postulación de Eruviel Ávila, en una mañana en que su rostro denotaba su abatimiento.
Sin embargo, sea quien sea la ¿afortunada? candidata queda por saber hasta dónde arriesgará el gobernador Alfredo Del Mazo su futuro. ¿Sacará el pecho ante los obuses de la 4T o entregará la plaza como hicieron muchos de sus colegas que fueron premiados después con cargos diplomáticos?
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Llegó la transición a Quintana Roo, donde Mara Lezama asumió como gobernadora, bajo la protección de Jorge Emilio González y su equipo de verdes en una entidad ganada con el emblema de Morena, pero con la operación del llamado Niño verde, quien desde la comodidad de su casa domina dos entidades, Quintana Roo y San Luis Potosí.