RAMÓN ZURITA SAHAGÚN 28 marzo, 2023 | Hace 2 años
Es conocida ampliamente la amnesia que padecen los políticos mexicanos, los que sacan su artillería pesada para golpear al adversario, tratando de aprovechar la mala memoria de que hacen gala los mismos.
Dicen que las comparaciones son odiosas y nada gratas, pero lo son más cuando nos recuerdan el pasado no tan lejano y el actuar de unos y otros.
Ahora que se debate arduamente la procedencia de los prospectos para sustituir a cuatro consejeros del INE que terminan su periodo, basta remontarse a 2013, cuando se eligió a tres de ellos para completar el número de integrantes del desaparecido IFE, que pasó 13 meses incompleto.
Fue entonces cuando llegaron como presidente el ínclito Lorenzo Córdova, María Marván y Sergio García Ramírez, quien renunció pronto al cargo.
Y es precisamente Sergio García Ramírez uno de esos casos que ahora la oposición de Morena condena, al proponerse el Movimiento de Regeneración Nacional que varios de sus miembros entren a formar parte del Instituto Nacional Electoral, sustituto del desaparecido IFE.
Sergio García Ramírez y no uno de sus familiares, sino él directamente, orgulloso priista que fue secretario del Trabajo, Procurador de la República y del Distrito federal, secretario general del CEN del PRI y hasta precandidato presidencial, fungió como consejero del IFE y aunque existieron algunas protestas, se hizo la voluntad del partido gobernante, el PRI en aquel no tan lejano 2013.
En la época de Ernesto Zedillo, Presidente, las cosas no fueron tan diferentes y José Woldenberg emergió como el primer presidente del IFE, de un consejo ciudadano. Pocos recuerdan que la secretaria de Medio Ambiente Julia Carabias era su pareja.
Los dos personajes fueron (¿son?) catalogados como ciudadanos probos, intachable, por lo que nadie dudó en que harían un trabajo adecuado en el Instituto Federal Electoral.
Entonces qué, acaso no vale siquiera el beneficio de la duda para que los candidatos a conformar el INE como son Bertha Alcalde Luján, Netzaí Sandoval, Guadalupe Álvarez y otros más puedan desempeñar sus cargos a consciencia como lo han hecho otros que han pasado por el IFE o INE y que después de eso o antes han tenido, militancia en algún partido político. Por el desaparecido IFE han desfilado una serie de personajes que antes o después de su paso han militado y hasta sido candidatos a cargos de elección popular.
Casos concretos, Miguel Ángel Granados Chapa, candidato al gobierno de Hidalgo, Santiago Creel, candidato al gobierno del Distrito federal; Emilio Zebadúa, candidato al gobierno de Chiapas; José Agustín Ortiz Pinchetti fue diputado federal perredista y secretario de Gobierno del DF.
Los presidentes del IFE José Woldenberg y Leonardo Valdés Zurita fueron militantes de partidos políticos y coincidieron en el PMS. Luis Carlos Ugalde tuvo simpatía con el PRI, partido en que militó en juveniles.
Sonia Alcántara Magos fue senadora por el PRI y aspirante al gobierno de Querétaro. Virgilio Andrade actuó como secretario de la Función Pública y absolvió al presidente Peña Nieto en el caso de la Casa Blanca. Alonso Lujambio panista de prosapia y Jaime Cárdenas, petista también pasaron por el IFE.
Y así podemos continuar con muchos otros personajes que han desfilado por el IFE e INE, por lo que a nadie debe asustar que el nuevo partido en el poder actúe como lo hacían antes.
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Definitivamente, el gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro, se puso en pie de guerra contra el magisterio, ya que no conforme con buscar recortar los ingresos de los profesores y de otros trabajadores al servicio del Estado, pretendió intervenir en la elección para renovar la dirigencia sindical del SNTE en esa entidad. Los maestros condenaron la intervención policiaca hostigando a los docentes que acudieron a votar el domingo 20 y 40 del SNTE. Nayarit vive en un total desgobierno por la infame actuación de la administración que encabeza Navarro.