Enrique Aranda 30 septiembre, 2022 | Hace 2 años
De no suceder nada extraordinario que lo impida, la impresentable Claudia Sheinbaum comparecerá en ocho días más ante el Congreso para rendir un informe más de su desangelada gestión que, si bien aspira a cumplir la responsabilidad de informar periódicamente a la sociedad sobre las acciones realizadas con miras a revolver parte, al menos, de los múltiples problemas prevalecientes en la capital, estará fundamentalmente orientado a consolidar su posición como corcholata non de cara al 2024.
Será sí, un informe de cifras y supuestos o reales resultados obtenidos en áreas particularmente susceptibles —seguridad, salud, educación y más—, pero, insistamos, la prioridad no será otra que la adelantada e ilegal autopromoción que se le ordenó realizar desde Palacio. Poco o nada sabremos sobre problemas específicos como, por sólo mencionar uno de ellos, la práctica inmovilidad de su gobierno para esclarecer las causas de fondo que provocaron el trágico accidente en la Línea 12 del Metro que, hace ya algo menos de año y medio, costó la vida a 26 mexicanos y dejó con lesiones a un centenar más.
Ése, al menos, es el sentir de alguno de los coordinadores de las diferentes bancadas que apenas el miércoles fueron convocados al exPalacio del Ayuntamiento para encontrarse con el secretario de Gobierno de la Ciudad, el cuestionado Martí Batres, quien, palabras más o menos, habría aprovechado el encuentro para solicitarles que la comparecencia de la regenta eco fuera “civilizada y respetuosa”, aunque dejaron para un mejor momento la definición del formato a cumplir en la reunión oficial que, huelga aclarar, estará precedida por una serie de presentaciones “no oficiales” del informe igual en el Auditorio Nacional que en todas y cada una de las 16 demarcaciones territoriales…
La prevalencia, pues de “cierto hermetismo” en el ámbito oficial y la obvia decisión de usar el acto con fines claramente “electoreros”, mueve a pensar a legisladores, alcaldes y dirigentes partidistas de la oposición que la semana por iniciar no será nada fácil si de “jalar las cuerdas…” y presionarlos con miras a construir el mejor “acuerdo” posible de cara, insistamos, no a los meses por venir, sino a la disputa en marcha por el favor del destapador de Palacio…
ASTERISCOS
* Tal como se advirtió, el cínico “manoseo” de la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa por parte de las distintas hordas oficiales convirtió ya el asunto en un verdadero estercolero donde, entre los dimes y diretes de Alejandro Gertz Manero y Alejandro Encinas, impresentables ambos, el cuestionable GIEI y la nueva orden de minimizar el golpe al Ejército, ya nadie sabe en qué va a acabar todo. Uff…
* Alerta máxima al interior del Bloque de Contención en el Senado, ante versiones, según las cuales, “apenas sacar” la nueva propuesta “a modo”, que en apoyo a la militarización ahora pulen los del Primor, el reactivado bloque oficialista intentará hacer lo propio —“por la puerta de atrás, si es necesario”— para imponer un nuevo y anticonstitucional orden electoral que regresará a la democracia mexicana a 1988, ¡en el mejor de los casos!
Veámonos el domingo con otro asunto De naturaleza política.