Rubén Aguilar 23 junio, 2023 | Hace 1 año

Javier, Joaquín y 160 mil más

El pasado 20 de junio se cumplió un año del asesinato de los padres jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, que trabajaban con los rarámuris en la Sierra Tarahumara, en Chihuahua.

En lo que va del gobierno del presidente López Obrador han sido asesinadas 160 mil personas, el mayor número de la historia moderna de nuestro país para un mismo período.

México es el país del mundo con más sacerdotes y periodistas asesinados y también de activistas sociales defensores de los derechos humanos, el medio ambiente y el territorio.

El pasado martes la Compañía de Jesús realizó distintos eventos en Cerocahui, lugar del asesinato, en Chihuahua, en Guadalajara y en la Ciudad de México, para recordar este primer aniversario.

Entre los mensajes que se dieron a conocer en escritos y en las homilías de las misas está el texto escrito por el padre Luis Gerardo Mora Madrid, provincial de la Compañía de Jesús en México (Reforma, 20.06.23).

Dice que los jesuitas tuvieron el privilegio de recuperar los cuerpos de sus hermanos asesinados, pero que en el país existen por lo menos 111 mil personas desaparecidas y sus familias no saben nada de ellos.

Afirma que en “México existen territorios, como la Sierra Tarahumara, en donde la línea que separa al Estado de los grupos criminales ha dejado de ser clara”.

Y añade que “se forma así redes criminales en las que a menudo, de forma activa o cómplice, participan autoridades, por lo que sus actos quedan en la impunidad”.

Esto, continúa, “ha generado que en muchas regiones surjan liderazgos criminales que despojan, que expolian los recursos económicos a las comunidades, que les arrebatan sus bienes mediante extorsiones, secuestros y otras atrocidades”.

“Lo acontecido en la Sierra Tarahumara es solo una muestra de lo que ocurre en otras comunidades en donde la gente tiene que lidiar, día a día, con las reglas que les impone el crimen organizado”.

El provincial afirma que los jesuitas “como hombres de fronteras y constructores de paz, tenemos presente y nos indigna que las víctimas sigan en aumento ya que desde 2018 hasta abril de 2023 han sido asesinadas en nuestro país 146 407 personas”.

Termina su texto: “Deseamos, con todo el corazón, que no haya más Cerocahuis, Ayotzinapas, Tlatlayas, Camargos, San Fernandos, Allendes, oramos para que la vida y la esperanza se impongan sobre la violencia y la muerte”.

Los jesuitas saben de lo que hablan, están en la profundidad del territorio en la Sierra Tarahumara, pero también en Chiapas, Veracruz y otros estados a través de su trabajo pastoral y social.

Quien parece no darse cuenta de lo que ocurre en el país es el presidente; para él la estrategia de seguridad, la que ha producido 160 mil asesinatos, marcha muy bien.

@RubenAguilar

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