RAMÓN ZURITA SAHAGÚN 14 febrero, 2023 | Hace 2 años
La lucha por el gobierno del Estado de México no será todo lo tersa que algunos creen, por el contrario se tornará en una disputa entre dos mujeres que buscan convertirse en la primera fémina en gobernar la entidad más poblada del país.
Alejandra y Delfina, Delfina y Alejandra, representan los intereses de dos partidos que buscan el uno la extinción del adversario y el otro frenar la expansión del que gobierna desde Palacio Nacional y la mayor parte de los estados.
Los dos partidos Morena y PRI, cuentan con aliados en esta batalla, ya que saben que solos les será difícil ganar la contienda que para uno (PRI) representa la sobrevivencia y el otro (Morena) anhela conquistar la plaza en disputa y desde iniciar el camino hacia la obtención casi total de todas las entidades federativas.
Los tricolores están conscientes de que retener el Estado de México les significaría una bocanada de aire fresco y que, incluso, para el gobernador Alfredo Del Mazo un respiro, ante su cuestionada administración y que hasta le supondría ingresar a la baraja de aspirantes presidenciales.
Es cierto que eso es soñar demasiado, pero la dirigencia del partido sabe que perdiendo el Estado de México quedarían relegados de la contienda presidencial y que con todo y alianza, se convertirían en un lastre para el PAN, aún ganando Coahuila (la otra entidad en disputa el 4 de junio).
Por su parte, Morena se encuentra cierto de que el triunfo el 4 de junio en el Estado de México le representa la vía casi libre hacia el refrendo de la Presidencia de la República.
El cierre de precampañas de Delfina y Alejandra en el mismo municipio y apenas distantes unos kilómetros una de la otra fue simplemente una caladita del que se vendrá en una eterna guerra sucia, denuncias, acusaciones de todo tipo y las autoridades electorales jugando un papel primordial.
Ambos partidos y sus aliados cuentan con sus respectivos “cuartos de guerra” y la participación de expertos electorales, en imagen, discursivos y en guerra sucia, además de que se preparan con el dinero suficiente, ya que saben que será una elección sumamente cara.
Los expertos electorales, de uno y otro lado, saben que el proceso electoral será sumamente cuestionado y que deben prepararse para los alegatos poselectorales y las protestas de uno y otro lado.
Delfina necesita mantener la unidad del Grupo Texcoco que en algunos momentos muestra resquebrajamiento, mientras que Alejandra deberá recibir muestra de que el gobierno de Alfredo Del Mazo no flaquea y que ella representa su adalid de la victoria.
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Pareciera ser que Adán Augusto López y Ricardo Monreal traen intenciones aviesas por las constantes reuniones que sostienen, pero en realidad es que el secretario de Gobernación se convirtió en un frecuente asistente del Senado por ser el cedazo de la agenda legislativa que antes revisaba con el Presidente de la República. El punto relevante de la plática fue el “plan B” de la reforma electoral que deberá discutir el Senado de la República. Jesús “Rey” Zambada se convirtió en el testigo estrella de los fiscales para el proceso en contra de Genaro García Luna, donde ratificó lo dicho en el juicio contra Joaquín “chapo” Guzmán, Que entregó cinco millones de dólares al ex secretario de Seguridad Pública. Por cierto, García Luna se negó a testificar en su juicio.