RAMÓN ZURITA SAHAGÚN 20 marzo, 2023 | Hace 2 años
En la política, como en otras actividades de la vida, los hijos y nietos son atraídos, en muchos casos por la actividad desarrollada por sus ancestros. Vemos médicos, abogados, actores, actrices y en otras especialidades, seguir la ruta transitada por sus familiares.
La política no está exenta de ello y con mayor frecuencia vemos familias completas que continúan por la misma senda trazada en su árbol genealógico.
Sin embargo, hasta ahora, ninguno de los hijos o nietos que provienen de una familia dedicada a la política ha logrado alcanzar el rango de Presidente de la República que logró su antecesor.
Tampoco son muchos los que lo han intentado, ya que en un país que como México estuvo dominado por un partido único durante 70 años, es difícil, hasta la fecha, convertirse en candidato presidencial.
Es más sencillo que los hijos o nietos exploren caminos menos transitados como son el Congreso federal, local o hasta una gubernatura.
Para ellos es más fácil que el linaje sea considerado para competir y ganar alguno de esos cargos de elección popular.
Hay dinastías como los Del Mazo o los Cárdenas que logran ser gobernadores de un mismo estado, desde el abuelo, hasta el nieto, pasando por el padre.
Algunos han intentado ser candidatos presidenciales, después de ocupar el mismo cargo de gobernantes en una entidad como es el caso de Manuel Bartlett, quien al igual que su padre fue gobernador, aunque de un distinto estado, pero no alcanzó la nominación presidencial, ya que el nominado fue Carlos Salinas de Gortari, quien fue candidato y Presidente, cargos que no logró su padre, aspirante mediano a ese cargo.
El único que sí consiguió ser candidato presidencial como lo fue su padre, al igual que gobernador en el mismo estado que su antecesor, es Cuauhtémoc Cárdenas, hijo de Lázaro Cárdenas, quien tres veces compitió y en las tres fue vencido, dos veces por un priista y una tercera por un panista.
Hoy, tres políticos con linaje de alto vuelo son mencionados con alguna remota posibilidad de competir por la Presidencia de la República, dos de ellos cuyos ancestros lograron alcanzar el máximo rango y uno más cuyo padre quedó al margen de ello, al ser asesinado cuando se encontraba en la ruta de serlo.
Enrique de la Madrid, hijo de Miguel de la Madrid, se encuentra encaminado en la búsqueda de la nominación; mientras que Luis Donaldo Colosio, hijo del sacrificado candidato del PRI del mismo nombre, son de los nombres mencionados con mayores posibilidades de competir, en tanto que Lázaro Cárdenas, nieto del general del mismo nombre busca ser incorporado por algunos que le ven tamaños para ello.
Lázaro fue excluido del selecto grupo de funcionarios presidenciales y con ello quedó liberado de su devoción a la 4T y algunos establecen que el apellido le podría ayudar a conseguir una nominación a un cargo, sea el que tuvo el abuelo o su padre en la CDMX.
Sin embargo, se duda que cualquiera de los tres, de la Madrid, Colosio o Cárdenas pueda alcanzar la nominación de un partido y, en caso de hacerlo, se les darían pocas posibilidades de triunfo.
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El presidente López Obrador logró su cometido y contó con un Zócalo en su máximo esplendor con la presencia de cerca de medio millón de personas asistentes a su mitin de respaldo a la política energética, donde dejó en claro su posicionamiento ante la inquietante presión de congresistas estadounidenses. Por lo pronto, acarreados o por su voluntad consiguió atiborrar la plancha de la Plaza de la Constitución y sus alrededores y con ello dejar en claro que su proyecto de 4T continuará por el próximo sexenio, sin importar cuál de las “corcholatas” lo encabece… Algo que está muy claro es el distanciamiento entre los Cárdenas y el Presidente.