Roberto Santiago 23 marzo, 2022 | Hace 3 años
Ciudad de México.- Jesús González Schmal revisó para la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) la queja presentada por Mario Aburto, sentenciado por el asesinato de Luis Donaldo Colosio en 1994.
Al ser entrevistado para MILENIO, indicó por primera vez lo que documentó y las razones por las que ahora está convencido de la inocencia del que hasta la fecha es considerado el homicida del entonces candidato presidencial del PRI.
González Schmal incluyó en su investigación la revisión de los expedientes judiciales, encuentros con el propio Mario Aburto y con su familia.
Además, se introdujo en las constancias de las actuaciones judiciales y motivó que la CNDH emitiera una recomendación para que la Fiscalía General de la República (FGR) retome el caso para su revisión.
En uno de los cinco encuentros que tuvo con quien es señalado como el homicida de Luis Donaldo Colosio, le preguntó si no ha pensado en quitarse la vida. Aburto respondió que primero quiere que se sepa la verdad de lo ocurrido aquel 23 de marzo de 1994.
¿Qué logró documentar en su investigación? Quizás lo más importante es que nos va a permitir ahorrar tiempo en la dilucidación de este crimen tan horrendo, que no reconoce ni el propio Mario Aburto, ni su familia, ni los elementos que yo he tenido al alcance para concluir que es el autor del homicidio.
Fue un punto de partida que me llevó a profundizar en las causas y dar con el efecto que tuvo el que se sometiera a Aburto a un proceso de tortura sistémica.
¿Una nueva investigación de la FGR arrojaría una conclusión distinta a la de las investigaciones previas, que son muy sólidas? Sí, desde luego. La Procuraduría en el aquel entonces, en el 94, si bien determinó la judicialización para llevar el caso al Poder Judicial, también dejó en reserva la posibilidad de que se generaran nuevos elementos o hechos que no se conocían para poder llegar a otra conclusión.
Ahora logramos el hallazgo de una denuncia presentada por el propio Mario Aburto en agosto de 1994 de torturas a las que fue sometido. La denuncia no se sustanció. Esa es la clave para ahondar en el tema y poder probar la tortura para, entonces, declarar su inocencia.