RAMÓN ZURITA SAHAGÚN 21 noviembre, 2022 | Hace 2 años
El pasado sábado fue ocasión propicia para la medición de fuerzas de los prospectos presidenciales de Morena.
Se mueven en pistas distintas, unos con el aval presidencial y otros por su cuenta, sin respaldos de ninguna clase, ni de su partido y mucho de quien lo controla.
Ese es el caso de Ricardo Monreal Ávila, quien se asumió como aspirante motu proprio, sin avales de los altos mandos del partido y, al parecer, eso le permite atraer otros mercados distintos a los que siguen a sus compañeros de partido.
Claudia Sheinbaum Pardo, Adán Augusto López Hernández y Marcelo Ebrard Casaubon, siguen por las rutas permitidas un derrotero que les permite acercarse a los militantes o simpatizantes de su partido, los procuran en su propio terreno y el resultado es gratificante para unos y otros, aunque, aparentemente, son los mismos que van a uno y otros encuentros con las llamadas “corcholatas”.
Monreal Ávila no busca los mismos caminos y, tal vez, esté atrayendo seguidores que no simpatizan precisamente con la ideología de la llamada 4T.
Tiene, sí, seguidores de su propio partido, aquellos que no ven como atractivos a los mencionados Sheinbaum, López y Ebrard y esperan escuchar palabras que les sean gratificantes.
El zacatecano parece ser que les endulza los oídos con sus palabras y le manifiestan simpatías en los sitios que se presentan, los que cada día van creciendo.
El sábado pasado, Claudia se presentó en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, donde tiene en el director del IMSS, Zoé Robledo, a su principal operador y como siempre le fue bien, ya que cuando ella llega, ya está todo listo para que se vea la operación de sus aliados y quede una buena imagen de la jefa de Gobierno de la CDMX.
Todo se encuentra perfectamente aceitado para que la presencia de Claudia o incluso la de Adán Augusto salgan a pedir de boca y no pasen malos ratos o sufran con imprevistos.
Monreal, por su parte, tiene que luchar con el desdén de la dirigencia de su partido y buscarse sus propios operadores (una gran mayoría de los senadores lo son), crear escenarios, presentar un discurso convincente y hasta presentar su eventual programa de gobierno.
El coordinador de los senadores de Morena está consciente que desde las entrañas de su partido nadie habrá de ayudarlo y hasta le pondrán escollos que deberá esquivar, para no caer en enfrentamiento abierto con los altos mandos oficiales.
Improvisa, coordina, actúa, convoca y su presencia mantiene interesante la contienda presidencial dentro del partido oficial.
Insiste una y otra vez que estará en la boleta presidencial y asegura que no será fuera de los colores de Morena, aunque su activismo resulta atractivo para los opositores al actual gobierno.
Nadie duda que Ricardo es una personalidad atractiva para un proceso electoral, sea como candidato o como organizador de los eventos de uno o una de los candidatos.
El papel que juega apunta hacia su propia decisión de competir por la Presidencia de la República, aunque hay quienes lo quieren convencer de no hacerlo por el partido en que milita actualmente o que, incluso, sea su participación desde otra trinchera y en otra búsqueda.
Hay quienes dudan que acepte el canto de las sirenas, pero hay otros que se preparan para su arribo.
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Silvano Aureoles se encuentra en plena efervescencia como el único prospecto presidencial del PRD y por lo tanto recorre todos aquellos puntos donde pudiera conseguir adeptos. Sin embargo, en el gobierno de Michoacán pretenden cortarles las alas para impedir su vuelo, ya que se le investiga por no realizar su última declaración patrimonial dentro del ejercicio de gobierno que tuvo en esa entidad.