Enrique Aranda 5 octubre, 2022 | Hace 2 años

Otro Pacic, ¿también fallido?

Ahora, la viruela del mono; casi 2 mil casos ya…

No acaban de valorarse aún los alcances reales del nuevo Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía (Apecic), y ya una abrumadora mayoría de analistas privados coincide en que, salvo la ocurrencia de un milagro, literal, el futuro del mismo no parece ser muy distinto al de su antecesor, el fallido Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic), sepultado apenas cinco meses después de haber nacido…

En medio de la macro polémica suscitada por la “filtración” de parte de la información obtenida vía el hackeo de las cuentas de la Defensa Nacional (Sedena) del cuestionado Luis Cresencio Sandoval, en efecto, Andrés Manuel López Obrador suscribió el lunes, en la cada vez más desangelada mañanera, con una veintena de empresarios, el nuevo acuerdo cuyo propósito fundamental, a decir de Rogelio Ramírez de la O, no es otro que reducir en 8 por ciento —de mil 129 a mil 39 pesos— el costo de la canasta básica, lo que, desde ya, se estima difícil de lograr, cuando la previsión base del mismo incluye sólo 24 productos y parte del supuesto del control de sus precios en tiendas de autoservicio, pero ignora o minimiza su impacto de manos, su trasiego vía pequeños comercios y/o tianguis que, vale recordar, comercializan 80 por ciento de ellos.

Ello, al margen del innegable riesgo potencial que para la población implica el que la autoridad federal, vía la entrega de la denominada Licencia Única Universal, deje en manos de las empresas garantizar sanidad e inocuidad de alimentos que sean importados para su comercialización o para la elaboración de otros más en territorio nacional que, hasta ahora, exigían permiso de la Comisión Federal de Riesgos Sanitarios (Cofepris) o del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad (Senasica).

Es verdad que al menos de manera nominal, el programa tiene una expectativa de mediano o largo plazo —hasta febrero de 2023— y que no son pocos quienes estiman que la mayor apuesta del fallido gobierno de la 4T al negociar e impulsar el mismo, es lograr superar la llamada “cuesta de enero”, sin trascender una inflación de dos dígitos, como han previsto los más pesimistas. Ello, sin embargo, no impide ver que la práctica cancelación de permisos de exportación y la supresión de controles pudiera alentar dinámicas de parte de productos no considerados o peor, intermediarios, que deriven en un alza desmedida de precios…

ASTERISCOS

* De manera por demás coincidente, oportuna, se diría, Banxico, que gobierna la morena Victoria Rodríguez Ceja, publicó su más reciente encuesta en que medio centenar de analistas de instituciones financieras elevan de 8.15 a 8.48% su pronóstico de inflación para este año y de 4.62 a 4.81% para 2023 cuando, huelga recordar, Hacienda apuesta a contenerla en torno a 3 por ciento.

* Apenas oportuno, al margen del resultado del operativo desplegado por el gobierno para aprobar en el Senado la cuestionada presencia del Ejército en las calles hasta 2028, el anuncio que ayer hiciera la impresentable regenta non Claudia Sheinbaum de que el gobierno investiga a su antecesor Miguel Ángel Mancera, por actos de espionaje en beneficio propio…

Veámonos el viernes con otro asunto De naturaleza política.

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