Carlos Ramírez 10 mayo, 2022 | Hace 3 años
La tradición presidencialista de los años conocidos como la edad de oro del PRI mostraba la capacidad de poder del presidente en turno en la operación de la nominación del candidato del partido en el poder; rara vez, y no siempre con intensidad, el jefe del Ejecutivo hacía intentos por meterse en el corral ajeno de la oposición.
La revista semanal digital Palacio Nacional 2024 dedica su última edición de esta semana (https://indicadorpolitico.com.mx/?page_id=12227) a mostrar lo dicho por López Obrador en la conferencia de prensa mañanera del viernes 29 de abril: no solo reafirmar el manejo centralizado del proceso de sucesión presidencial en Morena, sino que el presidente se permitió darle algunos consejos a la oposición sobre el arte de nominar candidatos.
La revista publica la parte íntegra –salvo ajustes ligeros de estilo sobre la versión oficial– de lo dicho por López Obrador y esa intervención demuestra la habilidad para entender la profundidad, las posibilidades y los obstáculos de la oposición aliada en busca, cuando menos hasta ahora, de una candidatura opositora única.
La agenda presidencial sobre la nominación del candidato de Morena para 2024 va más allá de las razones que crearon el modelo de sucesión presidencial, proveniente, entre otras cosas, de las lecciones que los revolucionarios aprendieron de Porfirio Díaz: el control y ejercicio del poder para mantener la vigencia de un grupo. El modelo sucesorio de Díaz lo explicó con toda claridad Francisco I. Madero en 1908 en su libro La sucesión presidencial en 1910. El Partido Nacional Democrático, una obra que los revolucionarios y priístas han tenido como libro de cabecera sobre todo por la propuesta del ejercicio unitario del poder por encima de la intermediación partidista, con el dato revelador de que Porfirio Díaz siempre se negó a crear el partido nacional porfirista y por ello fue arrastrado por la revolución.
En esa conferencia de prensa del viernes 29 de abril, el presidente López Obrador negó el destape de su secretario de Gobernación y paisano, Adán Augusto López Hernández, pero con un manejo retórico que no hizo más que confirmar la participación de ese funcionario en el proceso sucesorio en una posición privilegiada en el pole de salida.
Gerardo Lozada analiza la propuesta de reforma político-electoral del presidente López Obrador y explica las razones por las cuales representa un golpe de timón en el modelo electoral conservador que modificó Carlos Salinas de Gortari en 1990 para cambiar la estructura electoral de tal manera que permaneciera igual, e inclusive hasta más autoritaria, centralista y antidemocrática.
El analista Guillermo Buendía presenta un análisis minucioso del contexto de la reforma electoral y Patricia Campos refiere la habilidad presidencial para que Morena ganara la narrativa de la sucesión: López Obrador “ha ocupado la plaza pública, el ágora de los tropos y significados significantes de las campañas políticas rumbo al 2024”, sobre todo porque adelantó los tiempos para llevar los ritmos.
Diego Velázquez ofrece un marco referencial analítico muy interesante como teoría de coyuntura: los extremos de la nomenklatura y el muégano como riesgo para el grupo de la 4ª-T: “El fantasma del magnicidio, la traición y el caciquismo corporativista, el muégano la nomenklatura”, en medio de la incapacidad de Morena para construir una nueva clase política. Por lo pronto, concluye que la 4ª-T no indica ninguna ruptura histórica con el muégano y la nomenklatura, porque van a seguir pasando presidentes y persistiendo los caciques y los poderes fácticos.
Samuel Schmidt introduce la variable económica en el proceso sucesorio y pone como contexto el incumplimiento de los compromisos de reactivación económica más allá del paupérrimo 2% promedio anual de largo ciclo de economía neoliberal 1983- 2000, en tanto que la oposición está utilizando los precarios resultados económicos e inclusive pareciera estar rogando que la crisis económica se agudice en inflación, devaluación y crecimiento económico para aprovechar los pocos espacios de crítica efectiva al gobierno lopezobradorista.
La edición 22 de la revista Palacio Nacional 2024 coloca de nueva cuenta al presidencialismo en el eje descompuesto del sistema político, a pesar de los avances y retrocesos ocurridos desde la crisis de 1988.
Política para dummies: La política suele servir también como coartada.
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