Iván Soto 7 abril, 2022 | Hace 3 años
Si los recursos presupuestados llegan cada mes, si los ejercicios de ingreso y gasto se hacen con rigurosidad, y si no existe nada de malo en el manejo financiero de la administración estatal, por qué nadie sale a explicarnos a los duranguenses qué está pasando y por qué hay tantas interrogantes al respecto.
El ambiente en el que se desenvuelve el gobierno estatal de Durango está plagado de presiones y exigencias de parte de diferentes sectores sociales, políticos, productivos, profesionales, institucionales y de toda índole, y la gran mayoría de estos problemas se resuelven con dinero.
Y no. No se trata de que estas presiones sean un chantaje hacia el gobierno de José Rosas Aispuro Torres. Porque la realidad es que la mayoría de estas exigencias, hoy hechas públicas por falta de atención, de contención o de manejo, se derivan de un incumplimiento financiero por parte del Estado.
Sin embargo, que hoy le deban cientos o miles de millones de pesos a los ayuntamientos, a los fondos de ahorro, de vivienda y de pensiones de burócratas y maestros; el hecho de que a proveedores de todo tipo se les deba en una interminable lista de espera, sin lugar a dudas ya amerita una explicación a tiempo por parte de Arturo Díaz Medina.
En días pasados, el coordinador de los diputados locales del PAN, Joel Corral Alcántar, declaró con todas sus letras que esto ya se trataba de un desvío de recursos, y de ello, el operador político de Aispuro en el Congreso local responsabilizó al Secretario de Finanzas, Díaz Medina.
A Joel le patinó solo un detalle: cuando en su declaración a los medios hizo este señalamiento, se limitó a decir que somos los medios de comunicación los que deberíamos hacer su trabajo, el trabajo de los legisladores, en el sentido de interrogar al funcionario sobre el destino de tantos millones que andan “perdidos”.
Hace casi mes y medio, por su parte, el Secretario de Bienestar en el estado de Durango, Jaime Rivas Loaiza, hizo fuertes declaraciones en un tenor similar al de Joel Corral contra Arturo Díaz Medina.
Eso provocó que Verónica Terrones, todavía Directora de Comunicación de Aispuro en funciones, exigiera el despido inmediato del vocero de Rivas Loaiza, por haber permitido que éste diera esas declaraciones, o cuando menos, por no haberle avisado a ella a tiempo para censurar lo dicho por el titular de SEBISED, quien básicamente cuestionaba el destino del recurso para el programa Uniformes Escolares.
Ojo con algo: tanto Joel Corral como Jaime Rivas son dos de los principales operadores políticos del gobernador Aispuro, lo que hace suponer que no fue una novatada, sino el inicio de un aparente envío de mensajes desde dentro de la administración, para que se identifique el posible villano favorito del quebranto financiero que vive el sexenio.
Arturo Díaz Medina es ya el candidato al funcionario más vapuleado de este gobierno, y lo que falta, tomando en cuenta que los señalamientos en su contra ya no son solo de grupos externos, sino una clara señal de desesperación del equipo gobernante, pues se quejan muchos que es más fácil lograr contactar al propio Gobernador que al Secretario de Finanzas.
Vaya lío en el que se está metiendo Díaz Medina, a quien ya empezaron a desconocer sus propios compañeros de gabinete y los operadores políticos que cohabitan alrededor de éste.