Roberto Santiago 27 junio, 2023 | Hace 1 año
Grupos criminales antagónicos se enfrentaron ayer a balazos y con explosivos lanzados desde drones en la comunidad Loma de los Hoyos. Además, quemaron vehículos y lanzaron bombas molotov a una tienda de conveniencia.
El problema se agudiza porque hay tres grupos que se disputan el control de las actividades delictivas en esta región de la Tierra Caliente, ante la ruptura del grupo local que combatía al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Fuentes policiales locales reconocen que la organización criminal Los Viagra rompió la alianza con un grupo identificado con los extintos Caballeros Templarios, autodenominados como La Reserva de El Más Loco, en referencia a Nazario Moreno González, fundador de Los Caballeros Templarios.
El incremento de activos militares en comunidades del municipio de Apatzingán alejó a los grupos criminales en pugna, pero las agresiones no terminan porque ahora, tres bandos en lucha utilizan drones para abrir fuego contra sus enemigos. Aunque ayer, pasadas las 2 de la mañana, pese al operativo federal, personas armadas con rifles de alto poder irrumpieron en Lomas de Los Hoyos para atacar a un grupo rival, lo cual derivó en un balacera de dos horas.
La madrugada de ayer se registró otro enfrentamiento entre dos grupos; esta vez, según autoridades locales, el combate a balazos fue entre templarios y viagras, con un saldo de un muerto. La refriega ocurrió en Lomas de los Hoyos, donde se vive un ambiente de tenso por las constantes balaceras. El enfrentamiento de ayer también ocurrió porque uno de los bandos dejó abandonados dos vehículos con blindaje artesanal conocidos como monstruos.
Soldados, guardias nacionales y policías estatales resguardaron los vehículos y luego los trasladaron a instalaciones de la 43 Zona Militar.
Esta es una comunidad ubicada a 15 km de Apatzingán y es considerada por las corporaciones policiales como “foco rojo” porque ahí habitan personajes ligados con el crimen organizado, contra quienes estaba dirigido el ataque ocurrido la madrugada de ayer.
Vecinos de Lomas de los Hoyos pidieron auxilio urgente de las autoridades.
Que el Ejército se quede permanentemente en esta región, porque si no, vamos a morir en medio de una balacera”, comentó en entrevista con Excélsior un comerciante, cuya casa fue blanco de las balas perdidas.
Otro vecino de esta comunidad rural, donde la ganadería y el cultivo de limón son las actividades principales, consideró esta situación complicada para él sus vecinos, como la oportunidad de obtener algo de dinero: recolectó cientos de cartuchos percutidos para venderlos, entre ellos calibre 50, balas utilizadas para las armas de alto poder Barrett, 7.62, para AR-15 y cuerno de chivo, entre otras.
Fue a la 1:44 (el enfrentamiento), pero ando recogiendo estos casquillos para comer, está bien duro, aquí estamos en guerra, échenos la mano, por favor, apóyenos a esta comunidad de Lomas de los Hoyos, municipio de Apatzingán”, dijo este hombre de 50 años, dedicado al corte de limón, actividad poco remunerativa porque trabajan una semana sí y tres semanas no.
Para venderlos para el recicle para comer, porque no tenemos qué comer, son hartos, es como un kilo (peso de los casquillos percutidos reunidos) de todos modos es para comer”, reiteró.
En la cabecera municipal, casi de manera simultánea al enfrentamiento en Lomas de los Hoyos, sujetos se robaron dos vehículos y les prendieron fuego; la primera unidad siniestrada es un taxi, la atravesaron en la salida a Parácuaro; otro es auto compacto y fue incendiado en la salida a Chandio, al poniente de la ciudad.
Otros desconocidos también despojaron de dos camiones a sus choferes y los atravesaron para bloquear vialidades, pero sólo durante algunos minutos por que policías municipales operaron rápido y movieron las unidades.
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla consideró como “distractor” la quema de vehículos y el bloqueo de calles en esta ciudad, “generar ruidos es el trasfondo. No hubo enfrentamiento, Hay tres vehículos y un Oxxo, donde se ven rastros de una pequeña conflagración… no pasó a mayores”, dijo el gobernante, quien habló sólo del tema de la cabecera municipal y omitió lo relacionado con el combate en Lomas de los Hoyos.
-Miguel García Tinoco
REFUERZAN LA SEGURIDAD
La operatividad reforzada en el municipio de Apatzingán, Michoacán, ha dejado decomisos importantes.
Ayer, se logró el decomiso de dos vehículos con blindaje artesanal, tipo monstruo, armamento con aditamentos y municiones, así como prendas balísticas y tácticas.
Autoridades han reforzada la seguridad en Apatzingán, Michoacán, lo que ha dejado importantes decomisos. Foto: Miguel García Tinoco
Asimismo, en coordinación con la Secretaría de Educación en el Estado (SEE), se confirmó que se mantiene un monitoreo permanente en las escuelas para un cierre de ciclo escolar con normalidad.
Luego de que se reforzó la estrategia operativa del gobierno estatal a través de las Bases de Operaciones Interinstitucionales (BOI) en ese municipio, en la localidad de Loma de los Hoyos, el personal de las Secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Seguridad Pública (SSP), en conjunto con la Guardia Nacional realiza recorridos de vigilancia.
-De la Redacción
SE DISPUTAN CUOTAS AL LIMÓN Y EL HUACHICOLEO
En las comunidades ubicadas al poniente de Apatzingán las balaceras entre grupos criminales antagónicos se han vuelto en algo cotidiano, por lo que los lugareños viven bajo el miedo constante y la zozobra.
El conflicto escaló al uso de explosivos, porque los criminales se repliegan ante la eventual presencia de las Fuerzas Armadas, pero no claudican en su intento por causar daños a sus rivales.
La madrugada del domingo pasado, cuando inició el uso de los artefactos aéreos, se escucharon al menos “cinco explosiones muy fuertes”, comentaron a Excélsior habitantes de este un poblado ubicado a mitad de la zona de conflicto.
A penas empieza la noche y se escuchan los drones. Desde el jueves pasado empezaron a volarlos, tenemos miedo”, comentó una joven, de las pocas personas que aceptan platicar la prensa.
Las calles lucen solas casi todo el día. Los hombres trabajan en otros municipios, porque “si nos negamos (a ir con los delincuentes) corre peligro nuestra vida y la de nuestra familia, por eso no nos ponemos en la mira de esa gente”, comentó un jornalero.
El conflicto no está en una región lejana: el poblado más retirado de la cabecera municipal está a 30 km de Apatzingán, pero lo que más reclaman sus habitantes es el abandono del gobierno.
María, madre de familia a quien ha presenciado al menos tres balaceras cerca de su casa, lamenta que ya ni con los militares en las calles se pueda vivir en paz.
Todavía tenemos miedo, aunque esté el Ejército, de todas maneras, el miedo uno lo tiene de que vuelva a pasar los mismo”, lamentó.
Todos los días temen ser el blanco de alguna bala perdida, pero también con la incertidumbre de dejar su casa o no ante el peligro cotidiano.
¿Cómo voy a dejar mi casa?, aquí he vivido toda mi vida y salirme está de pensarse, da tristeza, porque si sigue la violencia como va, vamos a tener que salirnos”, dijo.
Vivimos bajo mucha tensión, miedo, porque por las noches se escuchan las detonaciones, incluso, la semana pasada, tuvimos que dormir afuera por miedo a un dron (que cargan explosivos), que siempre recorren la zona”, comentó otra madre de familia agobiada por el riesgo de vivir en una región donde el crimen organizado se disputa a sangre y fuego el territorio.
Llamó al gobierno a rehabilitar la carretera, porque no hay forma de salir de emergencia.
De acuerdo con informes internos de corporaciones policiales y militares, los grupos criminales se disputan el huachicoleo y las cuotas impuestas a productores y empacadores de limón.
La población de desde La Presa del Rosario hasta El Tepetate y Los Llanos, así como de El Alcalde, Holanda y Loma de los Hoyos, queda en el fuego cruzado en la lucha entre gatilleros del Cártel Jalisco Nueva Generación, Los Viagra y el otro cártel hegemónico de Los Caballeros Templarios.
Las víctimas encuentran un poco de alivio por el acompañamiento permanente del párroco Jorge Armando, quien reúne víveres para quienes por la violencia no pueden salir de su pueblo y de plano no tienen para comer. El sacerdote recorre los caminos para despensas y agua; él prefiere no hablar ante una grabadora o una cámara convencido de no ser el protagónico en un tema “que lastima a todos”.
El párroco entrega despensas a los vecinos de Las Bateas, quienes pese a la presencia de la GN, prefieren no salir de sus casas. Foto: Miguel García Tinoco
El padre Jorge no ha tenido conflictos con los grupos armados, pero de todos modos toma precauciones antes de ir a una comunidad para llevar despensas.
No puedo confiarme y tampoco exponer a mis hermanos”, comenta el religioso que durante unas semanas mantuvo un refugio para desplazados en la Parroquia de La Presa el Rosario, pero lo desactivó ante la muy alta demanda de personas que huían de la violencia.
Mucha gente regresó a sus casas aún con miedo; otras personas fueron a vivir con familiares en otros municipios. La crisis de los desplazados sigue, aunque no se vean a simple vista”, dijo.
-Miguel García Tinoco
Con información de Excelsior.